Esta enfermera de Son Llàtzer se trasladará a final de año a un centro de tratamiento en Sierra Leona.

„¿Se siente preparada para afrontar esta dura experiencia en África contra un virus tan peligroso?

„Sí. He recibido formación en Bruselas con una organización humanitaria, aquí en Palma en unos cursillos organizados el pasado fin de semana por Metges del Món y, al llegar a África, recibiré un tercer curso sobre el terreno, en Freetown, la capital de Sierra Leona.

„¿Cómo ha sido la formación que ha recibido?

„Muy intensa. En la parte teórica nos han explicado cómo se ha iniciado y cómo ha evolucionado la epidemia del ébola en África. Y también la formación práctica sobre cómo debemos protegernos ha sido muy exhaustiva. La retirada del traje es el momento más peligroso porque hay que ir desinfectando todas las prendas antes de quitártelas. Todo el proceso de retirada te lleva unos treinta y cinco minutos.

„¿Qué es lo más le ha impactado de estos cursillos?

„Los testimonios de algunos de los cooperantes que, al regresar a sus países de origen, se vieron rechazados por sus amistades por temor a contagiarse, el estigma social que te acompaña cuando has ido a hacer una labor humanitaria. Nos han contado casos de amigos que preferían no verles pese a que ya habían superado los 21 días de cuarentena que tienes que pasar tras el regreso. No me gustaría que mis amigos me rechazaran por hacer algo para lo que me siento preparada.

„¿Dónde trabaja?

„Soy enfermera en el servicio de pediatría de Son Llàtzer, hospital al que llegué en abril de 2003, al poco de inaugurarse este centro. Yo soy de Salamanca y toda mi familia vive allí.

„¿Cómo se han tomado la noticia de que se va a Sierra Leona a trabajar en un centro de tratamiento contra el ébola?

„Imagínatelo, se quedaron colgados como los murciélagos en el techo. No obstante, me comprenden y tengo su apoyo.

„¿Por qué se ha decidido a ir a uno de los epicentros de esta epidemia tan peligrosa?

„Yo siempre me he querido dedicar a la cooperación internacional. Anteriormente ya había colaborado con Médicos del Mundo en Haití, donde estuve tres meses trabajando en 2010. Curiosamente, a Haití viajé un 29 de diciembre, el mismo día que partiré en esta ocasión con destino a Sierra Leona. ¿El motivo? Porque considero que una se hace enfermera para cuidar de la gente y sabemos que allí están desbordados, con muy pocos medios. Yo estoy capacitada y creo que les puedo ayudar. Voy a ir porque lo siento como una obligación.

„¿Cuánto tiempo va a estar en Sierra Leona?

„Allí seis semanas a las que luego tendré que sumar los 21 días de cuarentena que tengo que pasar al regresar. Mi intención es irme el 29 de diciembre para reincorporarme a mi trabajo el día 2 de marzo. Tendré que pedir un permiso a la gerencia de mi hospital.

„¿Piensa despedirse antes de su familia?

„Sí, mi intención es ir a verles estas navidades aunque lo tengo complicado porque no dispongo de vacaciones. Tendré que cambiar algún turno con una compañera.

„¿Por qué va a estar allí solo seis semanas?

„Ese es el tiempo máximo establecido para los turnos de los cooperantes ya que psicológicamente se trata de una experiencia muy dura porque se te muere mucha gente. Vamos allí a dar un tratamiento paliativo a los enfermos, a ayudarles a morir más dignamente y con menos dolor. A aliviar sus síntomas porque esta enfermedad no tiene cura y eso es muy frustrante.

„¿No tiene miedo a contagiarse de ébola?

„Miedo sí tengo, siempre está ahí. Pero no a contagiarme. Para esta eventualidad me siento ya suficientemente formada y, allí, sobre el terreno, recibiré una semana más de formación. Estoy confiada. Además, siempre trabajas secundada por un compañero, siempre vas en pareja. Lo que sí me da un poco de miedo es la soledad y el aislamiento.

„¿A qué aislamiento se refiere?

„Al que tenemos que guardar incluso en nuestros alojamientos después de trabajar. No solo tienes que llevar el traje en el hospital sino que, luego, en tus momentos de descanso, no puedes ni dar la mano, ni un abrazo ni un beso a tus compañeros para evitar contagios. No puedes ni compartir un vaso ni siquiera unas gafas de sol porque cualquier fluido del cuerpo presente en estos objetos puede contagiarte. No solo en el hospital estás aislado, también en casa.

„¿Cómo lo piensa sobrellevar?

„Allí tenemos un psicólogo a nuestra disposición. De la misma manera nos han recomendado que utilicemos las redes sociales para soportar la soledad, que estemos en contacto con nuestras familias vía Skype.

„¿Va a cobrar algo por esta cooperación?

„Sinceramente no lo sé. Creo que Médicos del Mundo nos pagará algo pero es un asunto que no he tratado. No es algo que me interese. El viaje y el alojamiento desde luego que corre de su cuenta.

„Pero ahora va a pedir un permiso no retribuido de más de dos meses...

„Sí. Y si vuelvo satisfecha de la experiencia, no dudaré en pedir otro permiso para volver otra vez. Eso lo valoraré a la vuelta.

„¿Por qué ese deseo tan intenso de ayudar a los que hoy en día no cuentan para nadie?

„Porque la gente de estos países en vías de desarrollo es una pasada. Ya lo comprobé durante mi estancia en Haití. Les das diez y te devuelven diez mil. Son solidarios y siempre tienen una sonrisa en la cara pese a las dificultades por las que están pasando. Vuelves lleno de esa gente local maravillosa. Eso no tiene precio. Estoy muy ilusionada. Lo que sí me gustaría es que se hablara más aquí de África y del ébola.