- Las broncas en el autobús público de Palma entre residentes y turistas a cuenta de la negativa de estos últimos a ponerse la preceptiva mascarilla.
- Que la autopista del aeropuerto esté atascada en ambas direcciones y a cualquier hora del día, sin accidentes, obras de mejora o trabajos de jardinería que lo expliquen.
- El lamentable estado del famoso boulevard de entrada a Palma, frente al Palacio de Congresos, que en realidad es un parterre central con hierba quemada y jardines laterales plagados de botellas y plásticos.
- La duda de si cuando el conseller de Medi Ambient Miquel Mir de Més propone «hablar sin tabúes» de la masificación turística se refiere a hacerlo en el marco del consell de Govern del que forma parte.