- El ambiente nocturno en las principales zonas de ocio de Palma la noche del viernes y las ganas de recuperar la normalidad del público más joven.
- Los ciudadanos incívicos que todavía hoy llenan de colillas las jardineras del castillo de Bellver, en la explanada más cercana al monumento.
- Las temperaturas por encima de los 30 grados en varias localidades de Mallorca y la sensación general de bochorno y humedad en toda la isla por el polvo sahariano en suspensión.
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