Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Pedro Campos lanza a don Juan Carlos a la piscina del Náutico tras la victoria del Bribón en la Copa del Rey de Vela
M.H de León/Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Pedro Campos y don Juan Carlos
Diario de Mallorca
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Don Juan Carlos, Pedro Campos y Constantino de Grecia
Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Los fotos de la amistad forjada en Mallorca entre Pedro Campos y el rey emérito
Diario de Mallorca/Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Los fotos de la amistad forjada en Mallorca entre Pedro Campos y el rey emérito
Diario de Mallorca/Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Los fotos de la amistad forjada en Mallorca entre Pedro Campos y el rey emérito
Diario de Mallorca/Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Pedro Campos
Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Don Juan Carlos, Josep Cusí y Pedro Campos
Diario de Mallorca/Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Con el trofeo del segundo puesto en la Admiral's Cup
Efe
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Pedro Campos en Palma
Diario de Mallorca
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.
Es la imagen más icónica del verano de 1993 en Mallorca e ilustra a la perfección la profunda amistad que desde hace más de cuarenta años une al rey emérito con su anfitrión en su regreso a España, el laureado regatista y empresarioPedro Campos, desde 1999 presidente del Club Náutico del municipio pontevedrés de Sanxenxo.
El 8 de agosto, el rey Juan Carlos y la tripulación del velero Bribón se alzaban al fin con la victoria absoluta en la Copa del Rey de vela, la regata que organiza el Real Club Náutico de Palma desde 1982. A primera hora de la tarde, en la terraza del Náutico se esperaba que los campeones al arribar a puerto cumplieran con la tradición del chapuzón en la piscina, pero muy pocos cronistas del verano mallorquín creían que la tripulación del velero del armador Josep Cusí se atrevería a lanzar a la pileta a don Juan Carlos, en el apogeo de su popularidad y prestigio internacional, dos meses después de la cuarta victoria de Felipe González en las elecciones generales, la segunda consecutiva venciendo a José María Aznar. Pedro Campos se atrevió. Él le dio el inesperado empujón y festejó el triunfo con el Rey en remojo. La foto del verano en Mallorca dio ese día la vuelta al mundo.