Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
Jesús Saa echa ácido cítrico para potenciar el sabor.
G. Bosch
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
Estira uno de los colores y sabores de los caramelos de maracuyá para romper el cristal del azúcar.
G. Bosch
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
Lupe Trujillo moldea el cilindro mientras él prepara otra capa.
G. Bosch
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
El rollo se alarga y estrecha.
G. Bosch
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
Lo corta en un yunke.
G. Bosch
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.
Las palomitas de maíz son más grandes de lo habitual debido a la variedad utilizada y sus atractivos colores transportan el paladar a sabores como cereza, caramelo con un toque especial, manzana, fresa y hierbas dulces, un guiño al típico licor mallorquín, pero sin alcohol. Es la última chuchería que ha creado el propietario de Mallorcandy, Jesús Saa. «Este año compré una palomitera, me puse a experimentar y salió bien, por lo que ahora hacemos palomitas gourmet totalmente artesanales, las únicas de la isla, y en breve las ofreceremos dulces sin azúcar», avanza mientras elabora cerca de 2.000 caramelos con cuatro kilos de materia prima.