El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.
Así contó Diario de Mallorca el desastre aéreo de Nantes
J.B
El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
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El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
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Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
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J.B
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El 5 de marzo de 1973 dos aviones colisionaron en el cielo de la ciudad francesa de Nantes. Se trataba de un Coronado de Spantax, que cubría la línea Madrid-Londres, y un DC-9 de Iberia, que había despegado de Palma, también con destino a la capital británica. A bordo de este último viajaban 68 personas, entre pasajeros y tripulación. Ninguno sobrevivió. Mejor suerte corrieron los del Coronado, ya que la pericia del comandante del avión posibilitó que aterrizara en un aeropuerto militar, con un ala destrozada.
Una docena de mallorquines murieron en el accidente aéreo, entre ellos algunos sobradamente conocidos en la sociedad de la época: Ernesto March, gerente del Fomento del Turismo; Bartolomé Buadas, propietario del hotel Formentor; Domingo Murano, directivo de empresas turísticas; el matrimonio Parra-Balaguer; el empresario del calzado Lorenzo Marqués y Rosa Alemany, nieta de quien había sido alcalde de Palma y hombre de confianza del financiero Juan March, Luis Alemany.
El número de víctimas mortales de la isla, buena parta de ellas nombres muy conocidos en la época, causaron conmoción en una sociedad que siguió la polémica posterior sobre la responsabilidad del siniestro.