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«Nos ven como víctimas, pero yo he elegido esta profesión»

Una mujer que ejerce en Mallorca pide cambios para abandonar la clandestinidad: «El trabajo sexual está ahí y va a seguir estando ahí»

Rebeca reclama despenalizar la prostitución. DM

Rebeca es una trabajadora sexual que ejerce en Mallorca varios meses al año y que ha decidido unirse a OTRAS, sindicato estatal que el pasado mayo abrió una delegación en el archipiélago. «Me uní porque es una organización que apoya a las trabajadoras sexuales. Es una profesión que no cuenta con el apoyo del Gobierno ni de ninguna administración, prácticamente la tenemos que ejercer en la clandestinidad porque nadie nos respalda. Así que me pareció genial que naciera un grupo creado por y para las trabajadoras sexuales», explica esta mujer. 

Sabe que hay mujeres que ejercen la prostitución obligadas, pero pone en duda que sean una proporción elevada. «La trata existe, pero yo me relaciono con muchas trabajadores sexuales, españolas y extranjeras, y lo hacemos porque queremos. Nos ven como víctimas, pero yo he elegido esta profesión, y a la vez estudio y hago otros trabajos. Y es el caso de otras muchas compañeras. Una de las razones que justifica crear este sindicato es intentar cambiar el punto de vista de mucha gente. Somos personas que estamos haciendo algo conscientemente, no somos víctimas. Es una decisión laboral como cualquier otra», asume Rebeca. 

En este sentido, expresa su malestar por la postura expresada por una parte significativa del feminismo, partidario de abolir la prostitución: «Somos libres de hacer lo que queramos con nuestro cuerpo. Ese feminismo abolicionista que nos dice qué hacer y qué no hacer con nuestro cuerpo no tiene ni pies ni cabeza». 

Empezó en 2017, trabaja por cuenta propia —«en piso o haciendo salidas a hoteles»— y lo compagina con el buceo y la Universidad. Y reclama arrojar luz sobre la prostitución. «Con la despenalización dejarían de perseguir el trabajo sexual, que es algo que está ahí y va a seguir estando ahí. De esa manera nosotras podemos autoorganizarnos. Lo que pedimos es autonomía sobre nuestras decisiones, nuestros cuerpos y nuestros servicios», manifiesta Rebeca. 

Trabajo también en pandemia

Esta trabajadora sexual decidió introducirse en la profesión siguiendo el ejemplo de dos amigas. «Lo que me motivó principalmente fue el dinero y la flexibilidad. Tengo otro trabajo que me obliga a viajar y es fácil hacerlo compatible y organizar mi tiempo. Puedo trabajar donde sea mientras tenga conexión a internet para publicitarme. Y se puede ganar dinero», indica Rebeca, que no se aventura a dar una cifra: «Depende mucho del mes y de las horas que le dedique». 

Pese a que Mallorca está muy condicionada por el turismo, hay demanda todo el año. «También hay gente local que utiliza los servicios de las trabajadoras sexuales, no solo son turistas. Se puede trabajar todo el año, incluso durante la pandemia», destaca esta joven. 

OTRAS reclama regular la prostitución para que las trabajadoras sexuales ganen derechos y también seguridad y protección en caso de tener un mal trance con un cliente. «Siempre intento ir con cuidado, pero también sé que si un día me pasa algo malo solo puedo contar con mis amigos. Ni la policía, ni el Gobierno me apoyarían, y me gustaría poder contar con ellos», manifiesta Rebeca. 

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