Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Restos de cera en el suelo de las calles del centro de Palma tras el paso de las procesiones de Semana Santa
B. Ramon
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.
Las procesiones de Semana Santa celebradas en Palma hace apenas unos días dejaron una marca física en algunas calles de la ciudad. Los cirios, al derretirse durante la jornada, iban dejando un reguero de restos de cera que, días después, siguen incrustados en el suelo urbano y persisten en muchas calles del centro. Los vecinos advierten cada año de que esto supone un importante riesgo de caída para los ciudadanos.
Desde el ayuntamiento explican que este trabajo debe hacerlo la empresa municipal Emaya, encargada de las tareas de limpieza, a través de un tratamiento especial con una máquina que lanza agua muy caliente para poder despegar los restos ya que se trata de una sustancia muy difícil de eliminar.