No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Vista aérea del Paseo Marítimo, con el Club de Mar en primer término, con la zona de edificios ahora convertida en un solar para levantar los nuevos.
Club de Mar
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Las grúas toman la marina más exclusiva del Paseo Marítimo
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
Grúas y máquinas perforadoras, esta semana, en la explanada de la marina.
Miguel Vicens
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
La zona de pantalanes también está siendo acondicionada.
Club de Mar
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Club de Mar
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.
No quedan huellas físicas -sí en la memoria- de los antiguos edificios del histórico Club de Mar de Palma. El peatón puede observar desde el puente que conduce a la Estación Marítima que todo aquello es ahora un enorme solar, una suerte de ‘zona cero’ del Paseo Marítimo que aguarda una nueva vida. Cuatro grúas y varias máquinas perforadoras crecen a lo alto sobre el terreno para poder construir después cuatro nuevas edificaciones equipadas con las últimas tecnologías con el fin de dar servicio a los clientes y al personal que trabaja en el Club. Estas obras en la exclusiva marina de la ciudad son en realidad el inicio de la ansiada reforma del Paseo Marítimo. Es el comienzo de lo que será su nueva cara.