Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Fachada de Can Quetglas.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Antoni y Borja Besalduch, en la recepción del hotel.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Cerámicas de la fábrica La Roqueta.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Panorámica desde una de las ventanas de la torre.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Chimenea de época decorada con cerámica modernista.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Vista desde el patio de la balaustrada y las columnas inspiradas en la Colonia Güell de Gaudí.
Guillem Bosch
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».
Arcos, techos, puertas, suelos, cerámicas y otros tantos elementos decorativos evidencian queCan Quetglas es uno de los ejemplos importantes de arquitectura modernista en Palma. Sus propietarios, la familia Besalduch Martín, le va insuflar una nueva vida al inmueble de la calle Santa Rita, número 13, dándole un uso hotelero. «Esta casa tiene para nosotros un valor sentimental muy grande porque hemos vivido aquí durante 30 años y en los últimos, con nuestros hijos ya mayores, se nos había quedado grande», relata Antoni Besalduch. «Las opciones que teníamos para mantenerla era convertir el edificio en pisos o hacer un hotel. Deseaba no venderla y mi propósito era defender que este patrimonio histórico quedase en manos mallorquinas», asevera con rotundidad. Por este motivo, no fueron pocas las ocasiones en que Antoni rechazó ofertas para comprarla. «Aquí han venido alemanes, suecos y también agencias».