Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Vecinos de la plaza Major esperan a que Cort repare el ascensor desde hace siete meses
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Vecinos de la plaza Major esperan a que Cort repare el ascensor desde hace siete meses
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Vecinos de la plaza Major esperan a que Cort repare el ascensor desde hace siete meses
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Vecinos de la plaza Major esperan a que Cort repare el ascensor desde hace siete meses
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Vecinos de la plaza Major esperan a que Cort repare el ascensor desde hace siete meses
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_
Siete meses llevan esperando los residentes en la plaza Major a que el ayuntamiento de Palma arregle el ascensor que conecta con la Rambla. Desde el departamento de Accesibilidad les habían asegurado la pasada semana que este lunes a las once de la mañana estaría funcionando y que un técnico municipal estaría allí. Pero no fue así y dos de las vecinas que más lo necesitan para su día a día, una en silla de ruedas y otra con una niña pequeña enferma de leucemia, se quedaron esperando, indignadas por la pérdida de tiempo y las falsas esperanzas. -_