Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Loquillo hace retumbar son Fusteret
Manu Mielniezuk
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Loquillo hace retumbar son Fusteret
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Loquillo hace retumbar son Fusteret
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Loquillo hace retumbar son Fusteret
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Loquillo hace retumbar son Fusteret
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.
Son Fusteret bailó sentado ayer al ritmo del rock’n roll con la apoteósica actuación de Loquillo, que ofreció un concierto que inundó de recuerdos de juventud a un público totalmente entregado ante una de las voces más rebeldes y cañeras de la movida madrileña.