¿Te imaginas ser tú…? El que está tomando el sol en esa calita. Sí, en esa misma lancha. Y que hubieras llegado hasta aquí navegando plácidamente… explorando un paisaje incomparable que de ninguna otra forma se puede disfrutar más que en barco. Y descubrir esta playa virgen sin sudar ni una gota, zambullirte en sus aguas cristalinas, bucear, levitar... ¡Y alucinar! Para volver a subir después a tu "isla privada", extender la toalla, sacar la cervecita de la nevera y ponerte a secar al sol cual lagartija balear... Eso, amigos míos, es vida. ¡PURA VIDA! Y, lo demás, tonterías.
Por eso, si alguien tuviera la amabilidad de preguntarme sobre cuál es la mejor manera para escapar del mundo, le diría, sin dudarlo, que esta. Siendo tú quien marca el rumbo. Y tú quien decide a dónde ir. Porque la vida no es vida si no vives esta experiencia.
Ahora bien, tú me dirás: pero, ¿no hace falta tener carnet de patrón para llevar un barco? Pues sí, pero no para pequeñas lanchitas como esta*.
* La legislación española actual permite navegar sin ningún tipo de titulación en embarcaciones de motor de hasta 5 m de eslora (longitud) y 15 cv de potencia, o a vela de hasta 6 m de eslora. En este tipo de embarcaciones pueden ir unas 6 personas como máximo y suelen navegar a unos 8 nudos de velocidad (unos 15 km por hora).
Dónde navegar en Mallorca con una lancha sin carnet
Como no toda la costa es igual de atractiva para recorrerla navegando en este tipo de embarcaciones, voy a seleccionarte cuatro de los mejores sitios desde donde comenzar a navegar en Mallorca. Porque si no conoces en profundidad las características de este tipo de embarcaciones ni la morfología de la costa mallorquina, podrías no tener una buena experiencia. No obstante, hay factores contra los que no podemos luchar que pueden mejorar o empeorar la vivencia, como los meteorológicos, la presencia de medusas o la cantidad de gente que te puedas encontrar en ese preciso momento. Hazme caso (que me conozco la costa mejor que nadie) y prepárate para gozar de lo mejor del litoral mallorquín navegando en una barca sin titulación.
Voy a seleccionarte 4 de los mejores tramos de costa y desvelarte lo que no deberías perderte en función de si alquilas una lancha sin titulación para medio día o un día entero, que suele ser la práctica más habitual.
Costa este: desde Portocolom
Cuando uno alquila una de estas embarcaciones lo que espera es poder llegar hasta lugares inaccesibles para el común de los mortales, por eso te recomiendo comenzar a navegar desde Portocolom. Desde este puerto natural de la costa este de Mallorca puedes llegar hasta la mayor concentración de calas vírgenes de toda la isla, como Cala Bota, Virgili, Pilota, Magraner, Caló des Serral, Cala Sequer y, cómo no, la famosa Cala Varques. Y, además, tienes también la opción de quedarte dentro del propio puerto natural (hay varias playas y desde la lancha se disfruta mucho del paseo frente a este pintoresco pueblo marinero) en caso de que la mar se vuelva incómoda.
Plan de navegación para un día de alquiler (8 horas):
De Portocolom hacia el norte: Tan pronto salgas del puerto y pases junto al faro, tendrás un tramo de costa alto y acantilado con varias cuevas interesantes a sus pies antes de llegar a s'Algar, una cala donde a veces se forma una playita. Tras ella te espera un largo tramo de costa bajo y acantilado de unos 15 minutos de navegación sin apenas lugares de interés hasta llegar a cala Murada, donde puedes desembarcar y tomar algo. Pero lo mejor está por venir. Sigue navegando, pasa de largo los hotelazos y el gentío de las playas de Domingos Gran y Domingos Petit y acércate a ver la cueva de cala Antena, en cuya playita también puedes desembarcar y tomar algo en su chiringuito.
De aquí en adelante comienza el tramo litoral más repleto de calas vírgenes de todo el levante mallorquín, donde encontrarás nada más que naturaleza pura. Vete entrando en cada cala, disfrutándola, y cuando estés saliendo de cala Magraner hacia el norte no te dejes atrás la que quizás sea la cueva más espectacular de toda esta porción litoral: la cova del Pilar. Tras ella, al poco, ya tendrás ante tí el Caló des Serral, una calita diminuta de aguas cristalinas donde lanzarte al agua y disolverte en su naturaleza pura. Luego viene cala Sequer y Enganxapastors, que si tienen playa suele ser diminuta y de arena blanca y pura. Son el mejor sitio para desconectar, porque muy probablemente vayas a estar completamente solo.
Después del baño en pelota picada (ah, ¿que no te atreves?, ¡pues a qué esperas!) llega el momento de seguir navegando hasta cala Varques, donde podrás fondear y pararte a gozar de su preciosa (y abarrotada) playa virgen mientras ves a los escaladores practicando Psicobloc en los acantilados. Explora todo el contorno y descubrirás rincones únicos. Y si llegaste hasta aquí es porque estuviste casi una hora navegando sin parar (de Portocolom aquí hay unas 6 millas de navegación, unos 10 km), así que lo mejor es que te plantees ir volviendo al punto de partida.
Mi consejo es que salgas lo más pronto posible de Portocolom y que vengas del tirón hasta Cala Varques para luego ir retrocediendo. De esta forma encontrarás esta popular playa menos masificada y se te hará menos dura la vuelta, pues a medida que avanza el día la mar se vuelve más crespa y resulta más cansada la navegación.
Plan de navegación para medio día de alquiler (4 horas):
De Portocolom hacia el sur: Si vas más justo de tiempo, te recomiendo que navegues hacia el sur con el objetivo de finalizar la travesía en cala Mitjana. Es una travesía más corta (entre Portocolom y cala Mitjana hay menos de 3 M, unos 5 km) pero intensa, pues en esa porción de litoral te vas a encontrar con cinco calas (cala Marçal, cala Brafi, Estreta, Sa Nau y Mitjana), cada una totalmente distinta de la otra.
Tan pronto salgas de Portocolom y pases junto al arco natural de la punta de ses Crestes pasarás junto a dos entrantes en la costa que no tienen playa antes de llegar a cala Marçal. Esta playa está copada de turistas y edificios, así que sigue navegando y prepárate para descubrir cala Brafi.
Después de la virginal cala Brafi te vas a encontrar con cala Estreta, un estrecho y largo entrante en cuyo final hay una playita de arena. Prepárate para afinar tus dotes al timón, porque aquí la maniobra se complica. Cala Estreta es la calita de la imagen que abre este reportaje... ¿Te acuerdas?.
Si sigues navegando un poquito más hacia el sur te encontrarás con cala Sa Nau, siempre repleta de barcos y con un chiringuito bastante famoso donde hacerse el típico selfie "en tu yate" para dar envidia en Instagram. Al salir de la cala yendo hacia el sur, justo tras doblar la punta, verás una cueva y, muy probablemente, a varios chavales haciendo psicobloc, pues este es uno de los spots más famosos de Mallorca. Sigue navegando y disfrutando de las vistas hasta que llegues a cala Mitjana, donde vas a abrir tanto la boca muerto de la envidia que no vas a parar de hacer fotos intentando imaginar cómo será la vida en esta finca (propiedad de los Fierro, una acaudalada familia mallorquina). Esta es, para mi, la mansión más afortunada de toda la isla, pues es la única con una casita de ensueño en "su propia playa".
De cala Mitjana a Portocolom, donde comenzaste a navegar, apenas hay 2,5 M de navegación (unos 4 km), lo cual te llevará menos de media hora. Calcula los tiempos y no sigas navegando más hacia el sur (hacia Cala d'Or) porque no merece la pena. Es preferible disfrutar en los sitios que te he ido detallando en vez de ponerse a navegar y navegar dando bandazos como un pollo sin cabeza. Y si quieres ir más tranquilo, mi consejo es que primero hagas la travesía entera hasta cala Mitjana (unos 20 minutos de navegación) y que luego vayas volviendo poco a poco hacia Portocolom, controlando los tiempos.
Costa sur: desde la Colonia de Sant Jordi
Partiendo desde esta entrañable y famosa localidad costera del sur de Mallorca (desde aquí salen la mayoría de las excursiones hasta el Parque Nacional de Cabrera) puedes llegar navegando cómodamente hasta alguna de las playas más bonitas y vírgenes de Mallorca, como la de Es Carbó y Es Caragol, sin olvidarse de es Trenc, que pasa por ser una de las más famosas (y abarrotadas) de la isla. Para llegar por tierra hasta esta última playa es común tener que sufrir atascos, o, incluso, no poder llegar más que en un autobús lanzadera, así que si vas con tu propia lancha te evitarás esos problemas.
Plan de navegación para un día de alquiler (8 horas):
De la Colònia de Sant Jordi al Cap de Ses Salines: Si vas a coger la lancha de alquiler desde la Colònia de Sant Jordi durante todo un día de navegación podrás recorrer todas las playas vírgenes que hay antes de llegar al Cap de ses Salines, como las de Es Dolç, Can Curt, es Carbó, ses Roquetes, en Tugores y Es Caragol, a las que solo se puede llegar después de varias horas de caminata (o cómodamente en barca, como vas a hacer tú ;-).
Pero para rozar el cielo con la yema de los dedos (y evitar la muchedumbre desinformada) vas a tener que seguir mis consejos y desembarcar en la playita que hay en el islote de na Moltona, justo frente a la playa de Es Carbó. Mi querido Robinsón contemporáneo... ¡Prepárate para plantar la bandera de tu república independiente! Y para despelotarte, que aquí nadie te ve. Y reírte (ni que sea un poquito) de los que han tenido que sudar la gota gorda para llegar hasta es Carbó pateando al solano, sin una mala sombra bajo la que cobijarse ni un chiringuito donde tomar algo fresco. Para luego llegar y encontrársela llena de lanchas como la tuya, con su cerveza bien fresquita, como la que estás a punto de sacar de tu nevera, ahí tumbado, como un marqués, bajo el toldo de ese humilde chinchorro que bien que vale los 300 eurazos que habrás pagado por él...
Así que arranca ya (mejor di que zarpas, que es como decimos los marinos) y pon rumbo a Es Carbó, porque querrás quedarte aquí aislado del mundo para siempre.
Plan de navegación para medio día de alquiler (4 horas):
De la Colònia de Sant Jordi a es Trenc: Para poder aprovechar el tiempo tan limitado del que vas a disponer, lo mejor es ir a tiro fijo hasta los sitios más recomendables y cercanos a la Colónia de Sant Jordi, por eso te recomiendo que salgas del puerto y gires hacia la derecha (hacia estribor, para que vayas aprendiendo a hablar como un auténtico marino) en dirección a la playa de es Trenc. De camino te vas a encontrar con playas como la de cala Galiota, sa Bassa des Cabots y es Coto, pero ninguna merece la pena tanto como la de Es Marquès y, especialmente, las playas vírgenes de Es Peregons.
Hasta estos largos y virginales arenales solo se puede llegar caminando o en barca, y, a cambio, te van a regalar toda la naturaleza pura, tranquilidad absoluta y aguas cristalinas con las que estabas soñando. En lugares como este es donde más se disfruta de una lancha. Y, además, lo tienes a menos de 10 minutos de navegación del puerto de la Colònia de Sant Jordi.
Y después de haberte bañado y de haber gozado como una sirena en esas dos playitas de aguas turquesas igual te apetece acercarte a la famosa playa de es Trenc... Navegar sobre sus aguas cristalinas y verla desde el mar tiene encanto, pero no vas a poder desembarcar fácilmente en la playa, ya que la zona de baño está delimitada y no se puede entrar con embarcaciones a motor. Pero para pasearte como un lobo de mar con tu lanchita sí que merece la pena acercarse. Hay 2,5 km de playa, así que cuenta con casi una hora de navegación (entre la ida y la vuelta) si la haces entera.
Costa norte: Desde el Port de Pollença
Ver el famoso Cap de Formentor desde el agua es una experiencia que no tiene precio. La verticalidad y magnitud de los acantilados, la impactante sensación de pequeñez que se experimenta... Eso, amigos míos, es algo que hay que vivir en primera persona. Y no dejar que te lo cuenten. Pero, además, desde una lancha es como mejor se disfruta de calas vírgenes y salvajes como la de en Gossalba, Murta, en Feliu o es Caló, de muy difícl acceso por tierra, y mucho peor en los meses de verano en que han limitado el acceso en coche hasta el cabo de Formentor (hay que coger un bus lanzadera o arriesgarte a ser multado). Por eso, una vez más, está bien justificado el alquilar una lancha sin titulación y lanzarse a la aventura de explorar este fantástico y espectacular litoral acantilado como un auténtico grumete. ¿Ready? ¡Pues adelante!
Plan de navegación para un día de alquiler (8 horas):
Del Port de Pollença al cabo Formentor: Saliendo del Port de Pollença tienes que poner rumbo a (en dirección a) la punta de la Avançada y pasar navegando cerquita del faro. ¿Sabías que la fortaleza que hay construida sobre la punta fue el lugar donde se casó Rafa Nadal? Antes de dejarla atrás igual te apetece acercarte a la orilla y darte un chapuzón... Este es un fondeadero muy habitual entre los vecinos de Pollença, pues suele estar muy protegido de los vientos que se levantan a partir de medio día (brisas térmicas) y que recorren la bahía desde mar abierto hacia tierra (vientos del NE).
Dirígete lo más rápido posible (pero sin estrés, ¡que estamos disfrutando!) hasta el cabo de Formentor, para, una vez allí, y con la mar previsiblemente en calma, ir volviendo al punto de partida desandando el camino y disfrutando de cada cala y de cada rincón. Tienes por delante unas 8 millas (casi 15 km), lo que te llevará aproximadamente una hora de navegación. Así, a medida que avance el día y se levante algo de viento (cuando la navegación es más incómoda) tendrás la mar por popa (las olas a favor en vez de en contra), navegarás más plácidamente y estarás cada vez más cerca de puerto. Y no al revés. En la bahía de Pollença son muy habituales los vientos térmicos del NE (los que aprovechan los kite surfistas) y lo mejor es madrugar. Eso y navegar preferiblemente por la costa norte y no por mitad de la bahía. Por eso te recomiendo esta ruta y no otras.
Cuando ya estés a los pies del cabo de Formentor y se te ponga la piel de gallina ante la magnitud del paisaje, vete navegando bien cerquita de los acantilados, siempre y cuando el oleaje lo permita, y así podrás ver las escaleras talladas en la roca del Moll del Patronet, el que usaban los antiguos fareros para avituallar el faro antes de que se construyera la carretera actual. La primera cala que te vas a encontrar es cala en Gossalba, que apenas tiene playa, pero sí unas aguas perfectas para hacer snorkel. Esta cala es todo lo salvaje que te puedas imaginar, mucho más que su vecina cala Murta. Esta última sí que tiene playa, pero ojo, que está balizada y no se puede desembarcar con embarcaciones a motor.
Después de cala Murta y de un buen trecho junto a acantilados espectaculares llegarás a cala en Feliu, totalmente virgen y salvaje, para después seguir y comenzar a ver la islita de cala Formentor. Acércate y descubrirás la cueva que tiene en su orilla este (cova del Xaloc). Si sigues navegando junto a la costa vas a alucinar con las calitas y los muelles que tienen las mansiones de Formentor. Para detenerse, fondear (echar el ancla) y darse un baño, el mejor sitio es un poquito más allá del paso que hay entre la islita y tierra firme, sobre unas manchas claras de arena (está prohibido echar el ancla sobre la posidonia oceánica, esas plantas submarinas de color oscuro). Después del chapuzón puedes seguir navegando junto a las boyas amarillas que delimitan la zona de baño y volver a acercarte a la costa para ir viendo de cerca las mansiones de Formentor. Después de un tramo de costa acantilado y sin cala alguna llegarás hasta la playita de grava de es Caló, otro de esos lugares que "solo" se pueden gozar en lancha (se puede llegar por tierra, pero por un sendero escabroso).