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El Cyberdiario

Los ordenadores que vienen, revolución gráfica

Los nuevos portátiles para 'gaming' -videojuegos-, son más finos, mucho más silenciosos y extraordinariamente rápidos

Acto de presentación de la nueva tecnología gráfica nVidia RTX en Madrid. nVidia

Hasta hace muy poco tiempo los ordenadores dedicados a los videojuegos, más conocido como gaming, eran toscos dispositivos de gran tamaño. Lo cierto es que en lo que a ordenadores de sobremesa se refiere, siguen siendo iguales. Pero la cosa ha cambiado -y de qué manera- en lo tocante a los portátiles. Y es que esos mastodónticos computadores con grandes pantallas, kilos y kilos de peso y unas baterías cuya duración no llegaba ni a las dos horas en muchos casos, ya son cosa del pasado. Del lento y pesado pasado. El presente es ligero, ágil y rápido.

La multinacional nVidia presentó en el imcomparable marco del CES de Las Vegas este año una nueva generación de tarjetas gráficas -ya disponibles en España-, denominadas RTX, que consiguen mediante una renderización híbrida y el uso de inteligencia artificial optimizar al máximo el rendimiento de la parte gráfica de un PC.

La principal ventaja de esta nueva generación de gráficas es que consigue reducir al máximo el consumo eléctrico. Así, por ejemplo, se puede jugar en portátiles con fuentes de alimentación de tan solo 80W casi igual que en potentes máquinas de sobremesa con 250W de alimentación eléctrica.

Un sistema de inteligencia artificial en un grupo de supercomputadores juega continuamente a los videojuegos que incorporan esta tecnología, renderizando y aprendiendo de los juegos. Posteriormente toda esa información se descarga a través de los controladores de la tarjeta en el ordenador, mejorando considerablemente las imágenes por segundo -fps- a los que corre el juego.

Estas mejoras aumentan también la calidad de la iluminación y las sombras en los juegos, así como la resolución a la que se juega. Y todo es posible en ordenadores portátiles que por fin puedes llevar de aquí para allá sin que te provoquen una hernia discal por sobrepeso de la mochila. El gaming ha entrado en una nueva era.

Siguen en forma

Hablar de Fitbit es hablar de una marca que se ha convertido en su propio producto. Igual que al pan de molde lo llamamos pan Bimbo, o hay gente que llama a los yogures “danones”, en el imaginario popular nadie habla de “monitores de actividad”. Lo que llevamos en la muñeca es una Fitbit. Y punto.

En cierta forma esa identificación puede suponer un problema con el paso del tiempo, ya que es muy difícil mantener un nivel de excelencia alto. Pero Fitbit lo sigue consiguiendo, y continúa estando en los puestos de honor del sector. Su último producto, la Charge 3, es sin duda la más completa de todas las pulseras de actividad que han fabricado hasta ahora.

Su pantalla táctil es mucho más eficiente, la batería -bendita batería- nos ha durado hasta una semana, es sumergible, y gracias a su inteligencia artificial permite registrar, monitorizar y predecir los periodos femeninos así como los días fértiles. Y todo se ve en el móvil. Y sí, lo hemos probado.

En lo deportivo, es más completa que nunca, con nuevos modos de ejercicio. Tan solo hemos encontrado un pero: es demasiado ancha para algunas muñecas.

W fitbit.com P 150 €

Apple quiere ser el nuevo repartidor de periódicos global

¡Saltó la bomba informativa! -me encanta parafrasear a José María García-. Y es que el próximo 25 de marzo la compañía que inventó el iPhone anunciará su servicio de noticias de pago Apple News, según Buzzfeed -ejem-.

El servicio, sucesor de aquel Newsstand que pasó sin pena ni gloria por nuestros iPad, fue presentado allá por 2015 y hasta el momento sigue siendo gratuito y ya cuenta con 90 millones de usuarios activos al mes en EE.UU., Gran Bretaña y Australia según el New York Times. Pero leyendo el Wall Street Journal es cuando detectas que la cosa se va a poner interesante. Resulta que según ese rotativo, Apple planea poner una cuota de 10 dólares que englobaría un amplio servicio que incluirá a los principales rotativos de cada país. Hasta aquí todo bien. Una suerte de Netflix de periódicos que por ese precio se antoja no solo atractivo, sino un auténtico caramelo para los usuarios.

El problema llega cuando se trata de repartir la tarta. La mitad de esos 10 dólares se los quedará Apple junto a los datos de los usuarios. Los cinco restantes se dividirán entre los medios en función del compromiso de los lectores con las cabeceras. A más usuarios, más tarta.

Está claro que los grandes medios, que generan los contenidos, no querrán quedarse con las migajas. Aunque por otro lado está el antecedente de la industria musical con Apple. Y todos sabemos cómo acabó todo. Esto va ser divertido...

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