El artista Miquel Segura (Palma,1961) es el autor del premio que se entrega a los galardonados por el suplemento Manjaria.

Usted es el autor de la cerámica que se ha entregado en la nueva edición de los premios Manjaria. ¿Por qué eligió este modelo? 

Para estos premios Manjaria entregamos un plato rectangular con un color turquesa que considero muy nuestro por nuestro mar y nuestra luz.

¿Cómo surgió la idea de esta creación? 

Es un tipo de platos rectangulares con los que he estado trabajando, combinando diferentes tamaños. En la creación de vajillas suelo personalizar los platos según las necesidades ya sea de particulares o profesionales. Hoy es muy común que el cliente quiera piezas únicas tanto en el diseño como en el color. Trabajo el gres y la porcelana de alta temperatura y todos mis colores están formulados aquí siendo siempre únicos.

Como artista, transita entre la pintura y la cerámica. ¿De qué manera esta mezcla queda reflejada en esta creación? 

Siempre he intentado elevar la cerámica al nivel de cualquier otro arte, en mi caso hay un diálogo entre cerámica y pintura constante y de hecho algunos coleccionistas que tienen pintura mía me encargan una vajilla o unas piezas a juego. La creación es solo una. Pueden cambiar los materiales y la técnica que, por supuesto, debemos dominar pero la creación es una.

Ha ido eliminando la figuración y el color en su búsqueda de la austeridad en su obra. ¿Quiere continuar por esta senda? 

Se elimina para buscar la esencia, una pintura te conduce donde ella quiere, partimos de una idea, pero el arte es caprichoso. Si tienes la humildad de ponerte a su servicio quizás se muestre generoso.

Desde su taller, en un antiguo celler de Santa Eugènia, intenta renovar la tradición y beber de los conocimientos de Oriente. ¿Puede explicarnos esa síntesis? 

Oriente nos lleva muchos siglos de ventaja. En concreto en la cerámica sus colores, sus formas y su filosofía tienen el gran nivel de la depuración, lo cual no quiere decir que tengamos que abandonar nuestra rica tradición sino enriquecerla con lo mejor de las dos culturas. Yo hoy estoy reinterpretando unos platos fenicios con unos esmaltes de origen oriental, como son los esmaltes de cenizas, pero en este caso usando nuestra posidonia.

Reclama un lugar para la cerámica en el arte contemporáneo. En este sentido, ¿cuáles son sus principales objetivos artísticos? 

Si nos fijamos mayoritariamente la cerámica ha entrado hasta hoy en los museos de arte contemporáneo, salvo pequeñas excepciones, de la mano de los pintores, Tapies, Miró, Picasso etc. Por sí misma, y como expresión autónoma, empieza ahora a entrar y el coleccionismo aún es muy minoritario en relación a otras artes aquí en occidente. En oriente me he encontrado con auténticos coleccionistas. Por ejemplo de Chawans (bol para la ceremonia del té) con colecciones de más de cien piezas y a unos precios iguales o superiores a la pintura, pero esto aquí también está cambiando y cada vez más gente busca la cerámica de pieza única como expresión artística.