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El Pi va a pactos, no a elecciones

Las elecciones son para los débiles. Perseguir la mayoría hasta la extenuación, en la línea de PP o PSOE, es un derroche de energía cuando puedes limitarte a poner la mayoría a tu servicio, como hace El Pi. Cada vez que pierden, populares y socialistas juran que nunca más caerán en manos de la bisagra nacionalista. Hasta la próxima.

El Pi, denominación postmoderna de la UM de toda la vida, siempre va un paso más allá que sus rivales. Prescinde de las elecciones, un trámite tan poco mallorquín, porque casi siempre las gana y para presentarse directamente a los pactos. Cada cuatro años, un politólogo demuestra que UM/Pi no entrará en el Parlament. Insisten aunque nunca ha ocurrido, desde 1983. Perdurables y perdularios, su presencia infatigable parece una anomalía hasta que se recuerda que sirve para contrapesar al PP desatado.

El milagro de Balears no son ocho años consecutivos de Govern de derechas, sino dos legislaturas consecutivas sin concurso del Pi. De ahí que en su casilla del calendario correspondiente al 28M solo aparezca una palabra, «Venganza». O «hemos vuelto», en el lenguaje del terror. Sin un átomo de carisma, Melià no solo ha tenido que superar las defecciones de los emblemáticos Antoni Pastor y Jaume Font, sino también la mención obligatoria de que «Josep no es como su padre».

El jueves mantuve un breve intercambio con el líder superviviente del Pi:

-Pep, cada vez que dices que el REB es una tomadura de pelo, me dan ganas de votarte.

-Lo repito porque es cierto, ni medidas fiscales ni cogestión aeroportuaria ni nada.

-Pero eres el único que lo dice, las otras derechas lo omiten.

-Se guardarán mucho, dependen tanto de Madrid como el PSOE. Es muy sencillo, ¿quién ha visto que su vida cambiara por este falso REB?

El Pi empezará a ser noticia obsesiva el 29M, cuando izquierda y derecha no se basten por sí solos. Empezará la subasta, ahora ya con las reglas de la Mallorca ancestral. Melià ha sido tachado de la lista de favoritos por Maria Antònia Munar, más activa en los cenáculos subterráneos que el tándem Matas/Rodríguez. En cambio, la princesa destronada apadrina al Antoni Salas del que todos hablan. Ideen una quiniela electoral que aparte al alcalde de Costitx de la presidencia del Consell de Mallorca. En efecto, es imposible.

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