Los partidos iniciaron ayer una larga travesía de quince días con dos objetivos: asegurar el apoyo de sus votantes y convencer a los indecisos. Estos últimos serán los encargados de decantar la balanza: dos de cada diez electores aún no sabe qué papeleta elegirá y cuatro de cada cien tiene claro que no irá a votar, según el último barómetro del CIS.

Unidas Podemos presentó su campaña Idealsería en la que utilizan el diseño del portal inmobiliario Idealista con el objetivo de mostrar sus propuestas para acometer el problema de la emergencia habitacional: declarar toda Balears como zona tensionada para limitar los alquileres, que sean los caseros quienes paguen los gastos de la inmobiliaria, dedicar el 50% de las nuevas promociones a vivienda de alquiler social o crear una inmobiliaria pública. «¿Por qué esta campaña? Porque sería ideal que todas las familias, que todas las trabajadoras de Baleares, pudieran acceder a una vivienda a un precio razonable. No queremos que la ciudadanía tenga que invertir una gran parte sueldo en un alquiler, sino que tenga la posibilidad, si quieren, de poder comprar una vivienda», afirma la candidata al Govern, Antònia Jover.

El Partido Popular, en cambio, se decantó por la bajada de impuestos como primera propuesta de la campaña. Su candidata a la presidencia del Govern, Marga Prohens, se compromete a bajar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), suprimir el impuesto a la compra de la primera vivienda a menores de 30 años y eliminar el impuesto de Sucesiones y Donaciones.

La dirigente ‘popular’ denuncia que la aumento de precios «ahoga a las familias» por la subida de la cesta de la compra, del precio de la luz, de la gasolina, de los alquileres y de las hipotecas: «Además se come las subidas salariales que, con mucho esfuerzo, están haciendo las empresas, así que ahora le toca a la Administración cumplir con su parte para compensar a las familias y devolver todo lo que el Govern ha ingresado de más».

Més per Mallorca ha decidido centrar su estrategia en el decrecimiento. Por ello, el candidato, Lluís Apesteguia, reclama la gestión de puertos y aeropuertos para «controlar» las puertas de entrada y salida: «Podríamos reducir el número de vuelos diarios y anuales, garantizar la movilidad interislas y un transporte de mercancías que posibilitara una nueva política industrial y comercial, revisar las tarifas portuarias para penalizar las embarcaciones más contaminantes como megayates y cruceros, demás de redistribuir la riqueza que generan estas infraestructuras porque AENA saca más de 100 millones de euros que no se reinvierten en Baleares».