Lleva el entorno de los mercados financieros advirtiendonos de subidas de tipos en Europa desde el año pasado. Y digo entorno en el sentido que le dio el genial mago holandés Johan Cruyff cuando acuñó este término para referirse a todo lo que rodeaba al FC Barcelona. En nuestro caso, me refiero a la legión de opinadores, más o menos bien informados, que siguen el día a día de todo lo relacionado con lo que acontece en los mercados financieros.

Y la verdad es que cuando este entorno anunciaba ya en 2017 subidas de tipos para el 2018 yo manifestaba lo contrario, pese a ir a contracorriente -ahora está muy de moda entre los gestores de fondos definir esta postura como "contrarían"- y sí, nos quedaremos sin subidas de tipos este año a no ser que Mario Draghi nos dé una sorpresa monumental en el poco más de un mes que nos queda para finalizar el año.

Durante este año 2018, ha seguido el entorno, erre que erre, insistiendo en la subida de tipos para el futuro cercano o para 2019. He seguido en 2018 y sigo con serias dudas de la subida durante este año, durante los 3 primeros trimestres del 2019 o incluso en todo el 2019. Sí que es cierto que a diferencia del año pasado, ahora Draghi nos anunció que después del verano del próximo año el BCE podría contemplar la primera subida de tipos en la zona euro después de ocho años desde la última subida (grave error de Trichet presionado por la ortodoxia alemana y que provocó la segunda recaída en Europa) . Dios me libre de tener la arrogancia de contradecir al mejor banquero central en años, pero sigo con serias dudas de ver esta subida en 2019.

Mi tesis contraria a la subida de tipos es que si los estados miembros de la zona euro continúan creciendo pero a un ritmo más moderado como todo parece indicar, las presiones inflacionista lejos de intensificarse, se relajarán. Por ejemplo, España, después de un trienio más que remarcable creciendo por encima del 3% parece que en 2019 alcanzará un PIB entre el 2% y 2,5%.

Si además tenemos en cuenta que la tasa de desempleo de la zona euro está en el 6,7% (dato de setiembre), con previsiones del 7,2% para todo este año, 6,8% para el próximo año y del 6,7% para 2020, no parece que supondrá una fuerte presión inflacionista vía salarios. Recordemos que Mario Draghi contemplará subir tipos cuando la inflación de la zona euro está sólidamente instalada en niveles cercanos al 2% y las previsiones son del 1,9% para 2019 para debilitarse ligeramente hasta el 1,8% en 2020.

Y si a todo ello le sumamos los obstáculos del acuerdo efectivo de la salida del Reino unido de la Unión europea y del rechazo de Bruselas a los presupuestos italianos, sigo sin ver esa anunciada subida de tipos que nos indica el entorno de mercado.