Comenzó a trabajar muy joven en la empresa familiar, Melchor Mascaró S.A., fundada en 1966 por su padre, fallecido el pasado mes de enero. Maria Mascaró destaca el valor que la mujer puede aportar al mundo empresarial, pero también enfatiza la importancia que tiene la paridad para conformar una mirada global.

¿Se considera una mujer emprendedora?

Más que emprendedora diría luchadora, continuar el proyecto de nuestro padre que él sí que fue emprendedor, no sólo a mí, sino a los cuatro hermanos, nos ha obligado a ser valientes y seguir adelante, aunque en ocasiones haya sido duro, hay un sentimiento de responsabilidad y pertenencia que también nos da fuerzas. 

¿Cómo valora la presencia de la mujer en su sector, cree que está suficientemente representada?

La mujer va ganando presencia, aunque pienso que es un sector en el cual será difícil que haya paridad, día a día se van sumando mujeres arquitectas, ingenieras, topógrafas, en mis comienzos prácticamente eran excepciones, las mujeres principalmente ocupaban cargos administrativos. Nuestra empresa fue pionera en la contratación de mujeres con cargos técnicos. Sin embargo, en la ejecución material la mujer no está tan representada, faltan mujeres maquinistas, chóferes de camión u oficiales de albañilería. Tenemos alguna mujer trabajando en obra, pero son excepciones. En el sector servicios sí que hay más presencia femenina, tanto en jardinería como en limpieza viaria casi están a la par. 

¿Se considera una mujer pionera en el sector de la construcción?

En cargos directivos y especialmente en nuestro sector, la presencia de la mujer es minoritaria, en este sentido puede que sí. Personalmente, he desarrollado mi carrera en el ámbito económico-financiero y en el comercial. Tanto en uno como en otro he tratado con más hombres que mujeres, en muchas reuniones y consejos de administración he sido la única mujer, aunque veo que lentamente se producen cambios en este aspecto. 

¿Qué cree que pueden aportar las mujeres al mundo empresarial?

Las mujeres podemos aportar tanto como los hombres. En nosotras abundan más algunas cualidades como la empatía, la búsqueda de consenso y la comunicación. Nuestro comité de dirección es paritario, somos dos hombres y dos mujeres, lo que hace que nuestra visión global de la empresa sea más completa. Creo que la diversidad en el mundo empresarial aporta muchos beneficios. 

Para bien o para mal, ¿cómo ha influído en su trayectoria el hecho de ser mujer?

A nivel personal, he sido empresaria y madre y siempre he tenido claro que no quería sacrificar ninguna de estas dos facetas de mi vida. He dedicado mucho tiempo a la empresa y el tiempo libre a mi familia. Nuestra generación ha querido afrontar responsabilidades en el trabajo sin querer renunciar a las del hogar. En este aspecto creo que me he tenido que esforzar más que muchos hombres, pero ha sido un esfuerzo muy recompensado, me he sentido muy realizada. Dentro de la empresa, puede que el hecho de ser mujer haya influido en que no he estado tan involucrada directamente en la ejecución de obra, pero siempre he estado muy cómoda en un mundo que era considerado de hombres. 

¿Cómo ha cambiado el papel de la mujer en la empresa mallorquina desde que usted comenzó hasta ahora?

Cuando empecé era excepcional la presencia de la mujer en la empresa. Actualmente se están incorporando las nuevas generaciones con un papel relevante, especialmente en empresas familiares toman el relevo muchas más mujeres. 

¿Qué ventajas o inconvenientes presentan las empresas familiares?

Considero que tienen más ventajas que inconvenientes, hay un objetivo de largo plazo, de permanencia, por tanto, aporta un valor añadido. Esto implica un esfuerzo especial en el trato a los clientes y también hacia los trabajadores, los cuales forman parte de la gran familia que es la empresa, y a los proveedores les aporta confianza. Tenemos fotografías antiguas con empleados jovencísimos que se han jubilado en nuestra empresa. Hemos llegado a tener cuatro generaciones de una familia trabajando con nosotros. De hecho, en la última cena de empresa asistieron juntos un hijo, un padre y un abuelo. Si las empresas familiares pecamos de algo es de dejar mandar al corazón, aunque a veces es lo que nos da fuerza. 

Partiendo de la base de que las fórmulas mágicas no existen ¿cuáles cree que han sido las claves del éxito de una empresa como Melchor Mascaró?

El coraje, el esfuerzo y el orgullo de pertenencia. Las personas que formamos parte de Melchor Mascaró sentimos que formamos parte de una empresa con trayectoria y eso también ha sido lo que nos ha dado energía en tiempos difíciles. Especialmente en la última gran crisis vivida por el sector, nos esforzamos en mantener los puestos de trabajo y el tener buenos profesionales es lo que nos diferencia. 

¿Cómo valora el hecho de haber participado en algunas de las grandes obras públicas?

Nuestro padre, de familia humilde, inició el negocio haciendo un gran esfuerzo para comprar un tractor. Ver hasta donde hemos llegado y en los grandes proyectos que hemos tenido la oportunidad de participar nos llena de orgullo. En algún proyecto hemos llegado a tener 300 personas trabajando de día y 200 de noche, por el corto plazo de ejecución. Lo más bonito es ver lo implicados que están los trabajadores, motivados y orgullosos también de participar. Además, estos proyectos han sido de muy diversa índole, desde obras de urbanización como el Parc Bit, grandes edificios, como el hospital de Son Espases, la reforma del Teatre Principal, hasta obra marítima, depuradoras, carreteras … hemos demostrado tener una gran capacidad de adaptación al mercado. De hecho, nuestras grandes obras ya no son solo de carácter público. Con la crisis nos reinventamos y estamos haciendo viviendas de lujo cuidando el mínimo detalle. 

¿Qué consejo le daría a la mujer que quiera emprender?

Que lo haga, que luche, y que si quiere ser madre no debe renunciar a ello y éste es el obstáculo más difícil para la mujer. Aunque el tiempo dedicado a los hijos sea menor, pienso que puedes aportarles otros valores y vivencias que también son importantes. Compaginar empresa y familia enriquece, en mi caso lo he vivido con mucha naturalidad. 

¿Qué consejo le hubiera gustado recibir en sus inicios?

El mejor consejo que pude haber recibido lo tuve, fue el ejemplo de mi padre y mi madre. Mi padre fallecido este año, fue una persona especial, valiente, muy apreciado por todos los que le conocieron, él nos transmitió los valores de honradez, valentía, ser buena gente y mi madre el espíritu de unión de la familia, los cuatro hermanos tenemos un vínculo especial de unión y es el que nos inculcó mi madre, también el de igualdad entre hombres y mujeres.