Billy the Kit (Digital)

Soy agente digitalizador certificado, y me siento como un forajido oculto en las ruinas de Fort Summer

Cuando lanzaron los Kits Digitales con cargo a los fondos New Generation un escalofrío de satisfacción recorrió mi médula espinal. Por fin unas ayudas con cara y ojos, con carácter finalista, destinadas en su totalidad a mejorar el nivel de digitalización de las pequeñas y medianas empresas hispano-españolas y paliar así el legendario y atávico atraso de los nuestros con respecto a los rubicundos y muy protestantes vecinos del norte.

It feels like time have changed”.

Pues no. Ni Billy the Kit (con t), ni los Fondos New Generation (con G), ni naaa de naaa (con muchas aes). La concesión y gestión de fondos es un caos desordenado. Dios juega a los dados con el universo. Día sí y día también exigen nuevos requisitos para justificar las ayudas y más que agentes digitalizadores, somos agentes subsanadores. Lo que hoy sirve, mañana no es útil ni para envolver sardinas. No es de recibo que sea más costoso en tiempo y recursos justificar las ayudas, que hacer los trabajos incluidos en el bono.

Tengo la sensación, esa misma sensación que tiene un antílope en la sabana cuando oye un chasquido que indica el inicio de un sprint asesino por parte de un guepardo, ese escalofrío seco que debió sentir the Kid cuando Pat Garret hizo girar el tambor de su revólver en las ruinas de Fort Summer, o ese mohín de indiferencia con el que mi hija Lola me hace saber sin palabras ni gestos que soy un “cap de suro”, que los grandes operadores quieren quedarse con el pastel y si ya en un principio consiguieron retrasar las ayudas para prepararse y poder acapararlas, ahora quieren ahogar burocráticamente a los esforzados digitalizadores y conseguir que desistan desesperados. La digitalización no es un pastel, es la palanca que activará el despegue de gran cantidad de pymes y la están desvirtuando.

Homo homini lupus", que decían los antiguos, con Hobbes a la cabeza y Telefónica a sus pies. Nunca aprenderemos.

A los grandes operadores les importa un pepino abisinio que con el Kit Digital las pequeñas y medianas empresas mejoren la digitalización de sus recursos y procesos, sean más competitivas, ágiles y eficaces y puedan competir en igualdad con los poderosos vecinos de Invernalia (Winterfell, el norte para entendernos). En King’s Landing lo que verdaderamente importa, con todos sus juegos de poder, es que los dinerillos, los recursos del banco de hierro (Iron Bank of Braavos) se queden en manos de los poderosos (Lannister, Hightower, Baratheon, Stark, Alvarez-Pallete, Garamendi, Tyrrel, Pérez o Velaryon) y quiénes han nacido en flea bottom (nido de pulgas) sigan allí eternamente por los siglos de los siglos, mientras siniestros personajes como Little Finger, Varys o Larys Strong nos enseñan que tan solo con una maldad profunda (abisal diría yo) puede conseguirse subir en el ascensor social y escalar desde las fosas marianas a las mullidas moquetas de los últimos pisos de los espigados gigantes de acero.

No es país para viejos” (ni pusilánimes).

Espero y deseo que tan solo sea un exceso de celo por parte de funcionarios encargados de validar los procesos y que los diques construidos por los castores (y cuestores) de la administración se deshagan como lágrimas bajo la lluvia (Roy Batty for rever) y los fondos New Generation hagan honor a su nombre y no se conviertan en Old Generation y tengamos que referirnos a ellos en función de la añada en que fueron abonados. De lo contrario, muchos de nosotros pasaremos de ser Jack el Digitalizador a Jack el Destripador (the Riper, para los anglosajones) y sacaremos en procesión al cadáver de Kafka para que nos ilumine en los tormentosos tiempos que nos ha tocado vivir.

Cuando se fastidió todo, “en qué momento se jodió el Perú”, en qué mundo alternativo un premio Nobel senil dedica unas literarias líneas a una inclasificable Tamara seis credos, cuando veremos que una buena idea recorra todo su camino vital sin que todos los necios se conjuren contra ella (leed el libro, disfruté mucho con la experiencia).

La semana que viene hablaremos de la caída de los gigantes y sus causas. De Nokia a Tripadvisor, de Google Plus a Facebook (será el siguiente). Muchos de ellos están en el “death row” y todavía no lo saben.

Mi novio es un zombie, es un muerto viviente”.

Si quieres saber más del porqué de “tot plegat” y del marketing para bucaneros orientado 100% a resultados, síguenos en www.mad-men.agency orgulloso miembro de MarkAting Meta Agencia.

Y si quieres cabalgar las olas como un jinete eléctrico, soy tu hombre (www.medVoltMarine.com).