La ley de Pareto

Como decía la ley de Pareto si tú te agachas… el 80% de tus clientes puede irse a tomar viento

 El otro día abrumé a mis hijos hasta el aburrimiento con un acertijo de Instagram que decía: “¿cuánto es la mitad de 6 + 6?”. Mientras rumiaban la respuesta conscientes de que tenía trampa (porque yo soy “asín”) empecé a hablarles de la Ley de Pareto (son mellizos de apenas 14 años y me miran como si estuviera colocado con algún tipo de psicotrópico alucinógeno o poseído por el ritmo ragatanga), mi mujer levantó una ceja y comprendí enseguida que con el simple uso del 20% de su gesticulación facial, consigue en el 80% de los casos el éxito inmediato. Así que empecé a recoger los platos cuando la teoría de las cuerdas pugnaba por salir de mis labios. Por suerte prevaleció la cordura y no entraron moscas. Ni fluyeron interesantísimas teorías sobre la hipotética visita de los Templarios al México precolombino.

Para quiénes no lo sepan, la Ley de Pareto formulada por (oh qué casualidad) el filósofo e ingeniero italiano Vilfredo Federico Pareto en el libro “course d’economie politique” publicado en 1896 dice tal que así (y para que se lo tomaran en serio lo escribió en francés y no en su italiano nativo): “Por lo general con en el 20% de los esfuerzos es como se consigue el 80% de los resultados”, dicho de otra manera “el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas”, o mejor aún “deixa de fer es pardal”, ya que de cada 5 cosas que haces 4 apenas te dan resultados.

Para demostrar de manera empírica su teoría, Pareto estudió la composición de la propiedad en Italia de finales del s. XIX y pudo llegar a la conclusión de que el 20% de los propietarios poseía el 80% de las tierras. Si eso lo trasladamos a la economía del primer cuarto del s. XXI podemos aventurar que el 20% de los ricos controla el 80% de la economía mundial (aunque si dan vía libre a los trumpistas y ayusers esta proporción se quedará rápidamente desfasada). En bastar, basta.

Esta correlación entre consecuencias y causas (además de que al representarla gráficamente nos recuerda al videojuego de PacMan), es aplicable por igual al mundo del control de calidad “el 20% de los defectos afectaran al 80% de los procesos”, de las ventas “el 80% de los beneficios proviene del 20% de los clientes”, de las mujeres hermosas sin sentimientos “el 20% de las guapas humillará al 80% de sus pretendientes”, de las entidades bancarias “el 20% de los directivos bancarios ninguneará al 80% de los jubilados”, de los gobernantes “el 20% de los dirigentes explotará hasta la extenuación al 80% de los sanitarios”, etc. Trasladado al ámbito personal y doméstico, la conclusión que podemos extraer a la Ley de Pareto (además de evitar agacharte en las duchas de las prisiones) es que hay que focalizarse en aquello que proporciona más beneficios, descartando todo lo demás, con lo que lograremos una mayor eficiencia en el logro de nuestros éxitos y una gran mejora de nuestras expectativas.

Por cierto la mitad de 6 (3) + 6 son nueve, y estoy casi seguro de que los templarios llegaron a México antes que Colón, Colón era hijo del Príncipe de Viana (como defiende con fiereza mi amigo Juan Manuel), si el Príncipe de Viana no hubiera sido depuesto y encarcelado Aragón y Castilla no se hubieran unido, España no existiría, América la hubieran descubierto los portugueses, se bailaría samba en Río de Nova Lisboa, se escucharía el ritmo de twist & fado en todo el hemisferio norte, Sara Mago dejaría de ser una señora de edad con habilidades para los juegos de mesa y ocuparía las estanterías de las principales librerías luso-sajonas y los ladrones que acaban de robar en Sevilla vibradores bañados en oro de 24 quilates valorados en 80.000 euros (una joya como una poXXa) serían idolatrados por influencers, crudiveganos, terraplanistas, jainistas, ayusers y parientes consanguíneos de Luceño y el Duque del Ram. Eso sin contar con que Cristiano Ronaldo tendría el pelo de color naranja y que el 20% de las cosas que escribo me hace parecer un 80% más descerebrado (e idiota, batzol en vernáculo) de lo que en realidad soy.

Para los que quieren saber más sobre marketing, un 80% orientado a resultados y un 20% a otras virtudes (no te agaches), síguenos en www.mad-men.agency orgulloso miembro de MarkAting Meta Agencia.