Cuando los clientes no tenían las últimas tecnologías, se les tentaba con ofertas en hoteles con directores, jefes de departamento, y empleados con la misión de satisfacerlos. Pero llegó el supermóvil al alcance de todos, y podían visualizar todo, lo que les tentaba para construir sus deseos de felicidad personalizada, creando grandes oportunidades a los profesionales del turismo, para desarrollar su talento con talante, convirtiendo los departamentos en un equipo de facilitadores de la excelencia y de las ventas.
Para conseguir estos cambios, es fundamental acompañar a todos los profesionales en sus conductas orientadas a conseguir el objetivo que titulamos en este artículo. Entre ellas:
- Construir equipos coordinados, positivos, innovadores con una colaboración activa de todos.
- Transmitir una armonía positiva, eficiente y transparente.
- Consiguiendo las máximas opiniones y sugerencias de los clientes para construir la excelencia.
- Adelantarse a los detalles deseados por cada cliente.
- Estar atento con visión 360º de las posibles sugerencias de los clientes, consiguiendo que el cliente se sienta atendido.
- Practicar la sonrisa amable que transmita al cliente su importancia.
- Conocer las alternativas que el cliente desea para poder satisfacerlo con agilidad y simpatía.
- No olvide nunca el reconocer y recordar a cada cliente… los clientes valoramos mucho esta actitud.
- Informe a los clientes de las nuevas ofertas presentándolas de forma atractiva.
- Nunca se relacione con el cliente con mensajes negativos, siempre con alternativas positivas.
- Los clientes valoran que los profesionales nos adelantemos con el saludo amable.
- No olvide que cada cliente es un punto de venta y de la felicidad del cliente.
Cada día mírese al espejo las mejoras para conseguir ser un facilitador de la excelencia y de las ventas.
Como siempre quedo a su disposición en dbiosca@educatur.com tanto en las coincidencias como en las discrepancias.