Los empleados de la triple "A" y la triple "F"

Domènec Biosca

Domènec Biosca

Un grupo hotelero con más de veinte hoteles nos encargó hace tres meses que analizáramos los valores que compartían los empleados que más buena prensa tenían entre sus compañeros, entre los clientes, los proveedores, así como entre los distintos niveles jerárquicos.

Para llevar a cabo el estudio, en EDUCATUR creamos dos “test”, de la orientación de las personas, donde medimos el desarrollo de los valores del liderazgo, y el de la orientación de las ventas, donde medimos las competencias y habilidades comerciales.

Antes de iniciar el proceso, preguntamos a todos los empleados, hotel por hotel, de forma individual, cuáles eran sus hobbys, sus emociones, sus mochilas y sus estudios, entre otras, para poder crear su currículum. A continuación, de forma individual contestan los dos test. Una vez contestados los tests, analizamos los resultados, complementándolos con la información contenida en su currículum.

Las conclusiones, de forma abrumadora, se concentraban en las tres características de los más admirados, que hemos retratado como La triple "A”, porque compartían una extrema amabilidad en sus relaciones personales y profesionales, se les consideraba entrañables, generando confianza y seguridad. Una ala actividad dentro de la empresa, participando en los proyectos e iniciativas, como líder en distintas actividades, actitud que genera credibilidad y esfuerzo. El tercer factor más valorado se concretaba en la actitud de anticipación, entendida como estar atento a las emociones de las personas, los deseos de los clientes, la evolución de las magnitudes económicas y empresariales que transmite a su entorno, el mérito de visualizar y visionar los cambios aportando al resto de los empleados, seguridad por su listeza e inteligencia.

Cuando cruzamos el currículum de los líderes seleccionados observamos otras tres coincidencias que llamamos la triple "F", por su dedicación a formarse dentro y fuera de la empresa, observando su pasión por la lectura de sus especialidades profesionales y de la cultura empresarial. A esta formación les acompaña su carácter festivo, por ser positivos, próximos, detallistas, valorando y creando amigos con los que se relacionan de forma generosa, acompañándose de su actividad física, practicando deporte(s) casi diariamente, cuidando su salud.

Si juntamos las dos triples, obtenemos los seis admirados valores: amable, activo, atención, formado, festivo y deportista.

Cuando entrevistamos personalmente a cada uno de los campeones descubrimos que todos ellos estaban orientados y dedicaban tiempo a su formación, aportándonos estas cinco reflexiones:

  • La formación actúa como las dioptrías, que nos permiten ver las cosas pequeñas que no veíamos por falta de vista, a sabiendas de que no sabemos lo que no sabemos.
  • Los que no se forman se deforman porque relajan su mentalidad de cambio y no captan los sucesivos cambios.
  • La formación nos permite poder detectar y construir los detalles de la calidad deseada por los clientes.
  • La formación potencia los talentos, las creencias empresariales, loa valores personales y las conductas positivas.
  • El que cree en su proyecto personal y profesional y añade su formación, esfuerzo, constancia, alegría y positivismo, crea sus oportunidades.

Ojalá este mensaje le sea útil en este largo camino, tanto personal como profesional, que debemos todos recorrer juntos si de verdad queremos superar las dificultades que nos rodean, a sabiendas de que los clientes exigen su talla, o se la damos o se buscarán otro acompañante.

Como siempre, ya sabe que me tiene a su disposición para ayudar a conseguirlo, en dbiosca@educatur.com