Durante el mes de octubre se experimentaron avances en los principales índices de renta variable, con más del 9% en el selectivo europeo y casi un +8% en el S&P americano y el IBEX 35. El que quedó más rezagado fue el índice tecnológico Nasdaq, con una subida del +3.90%.

Es destacable el positivo comportamiento de la renta variable en octubre porque, de algún modo, nos viene a indicar que su camino en las próximas semanas podría ser de alternancia entre semanas positivas y negativas, sin una clara dirección al alza ni a la baja, que después de un año predominantemente de bajadas ya es un primer paso positivo. ¿Quiere decir eso que ya están listos los mercados para iniciar la recuperación? De ningún modo, la renta variable sigue enfrentándose a una serie de obstáculos que necesitaremos seguir de cerca y ver su impacto en las bolsas.

Sin embargo, no son ya la mayoría de datos solo negativos, parece que el mercado empieza a identificar algunos de los datos positivos que se han producido últimamente. Por ejemplo, el último dato de inflación en España es positivo porque hemos pasado de flirtear con el 10% a moderarse hasta cerca del 7%, también en España el dato de desempleo del último mes nos arrojó la mayor mejora en el mercado laboral en un octubre de toda la serie histórica del INE, a nivel global asistimos a un retroceso, en algunos casos tímido en otros intenso, de los precios de algunas materias primas, de algunas fuentes de energía y, sobre todo, de los costes de los contenedores de los fletes marítimos.

Somos conscientes que no es mucho, pero son datos esperanzadores en medio de una política monetaria que continúa siendo muy restrictiva, con sendas subidas de 75 puntos básicos en los tipos oficiales de la FED y del BCE. Se ha venido hablando de la inevitabilidad de una recesión en Estados Unidos para el 2023, pero, sin descartarla completamente, tampoco nos aventuraríamos desde SLM a ver absolutamente inevitable la recesión en Estados Unidos. De hecho, sigue el FMI en su reciente informe de octubre proyectando crecimiento positivo para Estados Unidos en 2023, no así para Italia y Alemania.

En Europa asistimos durante el mes pasado a un hecho que debería ser un aviso para navegantes. ¡Ante el despropósito de las agresivas rebajas fiscales anunciadas por la Administración Truss en Reino Unido, sin alternativas para financiarlas, los mercados de deuda dijeron basta! Los bonos británicos y la libra esterlina sufrieron sendos varapalos de los mercados y la lectura que debemos hacer de este episodio es que los mercados de deuda no van a dejar pasar a otros países muchos más incrementos de deuda pública injustificados porque consideran que ya estamos en niveles suficientemente elevados. Que sirva este aviso a navegantes no solo para Reino Unido sino para cualquier país en condiciones similares y con algunos partidos políticos anunciando futuras rebajas fiscales para ganar votos, ¿les suena?

Y llegados a este punto, una reflexión nos parece oportuna: para combatir la alta inflación en Estados Unidos en los 80, hasta que Reagan no entendió que no podía continuar desalineado con Volcker, y que no podían coexistir una política monetaria contractiva, con agresivas subidas de tipos, junto a una política fiscal también agresiva, pero en la dirección opuesta, con intensas rebajas fiscales, no se consiguió doblegar a la inflación en la segunda mitad de los 80 ya con una política fiscal también contractiva como la política monetaria. En Europa hoy estamos en la misma tesitura, política monetaria contractiva y fiscal expansiva, así, y necesitaremos también de una política fiscal contractiva para vencer a la inflación.