No he podido evitar estos días reflexionar sobre la situación de los profesionales más jóvenes en la actualidad, mi hijo mayor acaba de terminar su grado y está a punto de comenzar un máster y mis dos hijas mellizas, comienzan este año a cursar estudios profesionales, decidir lo que querían estudiar y poder acceder a ello ya les costó lo suyo, pero ver lo que está pasando en la actualidad, ver el futuro que les espera es quizás un tanto preocupante. Por diversos motivos tengo la oportunidad de poder ver a diario currículos de profesionales que, después de toda lo que ha tocado vivir durante estos últimos años, han salido del mercado laboral, y pese a sus años de experiencia y por muy bien formados que estén, no todos son capaces de reubicarse en el mercado laboral y menos con las condiciones que lo habían dejado.

Me imagino que como a muchos de vosotros, a mí, con mis hijos, me gusta compartir conversaciones de cómo se ven en un futuro, a qué aspiran... dónde se ven dentro de unos años, y me alegra ver que los tres tienen sueños por cumplir y metas por alcanzar… y es que soñar saca lo mejor de nosotros mismos y nos ayuda a que nos superemos. Si es que cumplir los sueños o no cumplirlos depende todo de cómo los trabajamos... si trabajarlos, porque pocas veces o más bien nunca los sueños se cumplen si no se trabajan. Así que toma papel y lápiz para empezar desde hoy a trabajar tus sueños:

  1. Fuera excusas… Si bien un sueño es algo que deseamos con todas nuestras fuerzas, o algo que llenaría nuestra razón de ser, el primer paso que debiésemos dar es no poner excusas, nadie dijo que trabajar los sueños sería un camino de rosas, pero la mayor parte de las veces nosotros mismos somos la primera traba que nos encontramos
  2. Proponerse metas realistas… ya bien sea a corto, a medio o a largo plazo, lo ideal es organizarse en pequeños objetivos que podamos ir cumpliendo. Una sencilla forma, pero eficaz de adquirir seguridad y de mantenernos motivados. Ni querer mucho en poco tiempo, ni poco en mucho… hay que buscar el equilibrio de la justa medida.
  3. Capacidad de sacrificio… Dar pequeños pasos nos permitirá avanzar lento, pero seguro, incluso cuando tengamos la sensación de estar perdiendo, detrás de cada pequeña acción hay un aprendizaje. Pensemos que el sacrificio de hoy nos acerca más a cumplir el sueño de mañana
  4. No venirse abajo… Las guerras no se ganan nunca en la primera batalla, siempre debemos tener en cuenta que la gente que alcanza sus sueños es que no se ha rendido antes.
  5. Mantener nuestra esencia… No olvidarnos de quienes somos y de dónde venimos es lo más, la humildad es un don sólo de aquellos que la practican. Mantenernos coherentes con nosotros mismos sin desviarnos de nuestra identidad. Cambiando y creciendo a medida que trabajamos nuestros sueños si olvidar el valor de estos.
  6. Tirarse al vacío… También tendremos momentos de tomar decisiones, de saltar al vacío y de arriesgarnos, sólo así avaneceremos y estaremos un poco más cerca de nuestro sueño.
  7. Actitud positiva… Confiar en nosotros mismos y aceptar que no todo sale a la primera, entendiendo de que cada error forma parte del aprendizaje, sin perder la ilusión de conseguirlos

Teniendo en cuenta que un sueño que no se cumple puede ser una nueva oportunidad no contemplada. Yo desde aquí sólo deseo que sigáis trabajando vuestros sueños.