En años tan difíciles de mercado como el actual, se suele instalar entre los inversores minoristas el desánimo y un nerviosismo creciente que pueden llevar a tomar decisiones equivocadas. Y lo primero que hay que tener en cuenta es que, para un inversor patrimonialista a largo plazo, si me permiten el símil, su estrategia debe ser la de una maratón, no la de los 100 metros lisos. Es decir, todo el ruido de los mercados no deben confundirlo y su único objetivo tiene que ser el de poseer una cartera de calidad bien diversificada y que se adecue a su perfil inversor. Si es así, y aunque ahora mismo sea más difícil mantener la calma, se dará cuenta a tres años vista que ese año tan negativo solo fue un obstáculo muy molesto, pero que el impacto final es menos perjudicial de lo que parecía.

A lo largo de mi carrera he navegado ya en diversas crisis como la de los tigres asiáticos y el desplome del rublo ruso del 98, la caída de las "punto com" en el 2000, el ataque a las torres gemelas en el 2001, la gran Recesión a partir de la caída de Lehman Brothers en 2008 o la más reciente crisis por la pandemia del 2020, y las lecciones que he aprendido de estas crisis es precisamente lo que comentaba líneas más arriba: no precipitarse y tener una cartera de calidad en el momento de iniciarse las crisis porque, aun sufriendo caídas que pueden durar meses, si los activos son de calidad acabarán rehaciéndose cual trozo de madera que acaba flotando.

La calma necesaria para con los mercados S&P 500 BLOOMBER

El activo de mala calidad será mucho más difícil que se recupere cuando vuelva la calma a los mercados. Obviamente, tampoco hay que estar inmóviles y se pueden aprovechar puntualmente las actuales valoraciones bajas de activos de calidad para incorporarlos en la cartera. La clave es que estas compañías que están arrastradas a la baja por el entorno bajista de los mercados sigan teniendo unos beneficios por acción sólidos. Otro aspecto importante es saber que realizar timing de mercados intentando vender en los picos y comprar en los valles, aparte que es muy difícil, no es la estrategia correcta de un cliente patrimonialista. Si cometemos el error de salir de los mercados en los peores momentos, puede que evitemos sufrir caídas adicionales, pero también nos perderemos los primeros compases de la recuperación, que suelen ser los de mayor intensidad.

Después de 25 años en los mercados, he tenido la suerte de vivir ya varias crisis, y digo suerte porque, como decía antes, de todas ellas he aprendido que no perder el foco y no dejarse llevar por los nervios del momento con una cartera de calidad es la mejor forma de continuar mejorando la cartera para el largo plazo.