Para ayudarle a ser un buen maestro con las suficientes habilidades para convertir a los asistentes en unos buenos alumnos, le invito a dominar como mínimo las doce pautas para una formación eficiente.
Dedique su mejor tiempo a reflexionar con ellas, ya que de su correcta aplicación dependerá el que los anfitriones vendedores proactivos y polivalentes ganen, porque serán más y así podrán influir a los otros empleados rezagados:
- ¿Transmite de forma clara y asequible en función de la capacidad de comprensión de cada alumno según su formación, experiencia y edad?
- ¿Como directivo es un buen ejemplo - modelo de lo que quiere transmitir?
- ¿Consigue que los límites y la presión no frenen la espontaneidad creativa, evitando potenciar la resistencia y la frustración?
- ¿Evita querer que los alumnos sean lo que queríamos ser y no pudimos ser o lo que hemos conseguido ser o prefiere ayudarles a potenciar sus habilidades?
- ¿Trabaja tanto la gestión del “sí” como la gestión del “no”, para crear adultos maduros?
- ¿Trabaja la vocación desarrollando las capacidades e ilusiones con esfuerzo y recompensa?
- ¿Hace propuestas razonables desde la fuerza de la razón y no desde la razón de la fuerza?
- ¿Manifiesta sus valores, que tienen que ser armonizables con los de las buenas personas?
- ¿Evita querer saberlo todo y demuestra que todo no se puede saber sin la formación adecuada?
- ¿Es auténtico, honesto y humilde para poder aprender de las experiencias y así educar y practicar al día siguiente?
- ¿Practica el humor y el amor en el trato, en las impertinencias y en las curiosidades?
- ¿Rodea sus explicaciones con comodidad física, pausas y ejemplos?
Para conseguir estos retos, le recomiendo que practique la formación con:
- Humildad para poder seguir disfrutando del mejor nivel de competencias.
- Sin orgullo para aceptar las críticas como sugerencias y oportunidades.
- Con humor para aceptar nuestras limitaciones, no creyéndonos del todo nuestros éxitos.
- Voluntad y constancia para mejorar los beneficios de la empresa que permiten alimentar todas las variables del éxito sostenido.
Si cree que la formación para la excelencia es cara, ¡Pruebe la mediocridad y verá!
Si no forma por miedo a que alguno de sus mejores empleados se marche, ¡Pruebe a quedarse con los peores no formados y verá!
Como siempre quedo a su disposición en dbiosca@educatur.com tanto en las coincidencias como en las discrepancias.