El 12 de septiembre de 1229, apenas dos días después del desembarco de las tropas del Rey Jaime I en Santa Ponsa, se produjo en el enclave desde entonces conocido como el Coll de sa Batalla una escaramuza en la que Guillem de Montcada, su hijo Ramón y lo más selecto de la caballería catalana perecieron en una emboscada. Cuando todo parecía perdido Jaspert de Barberà apoyado por un contingente de las tropas del Rey contratacó y puso en desbandada a las ropas musulmanas que se refugiaron en Porto Pi. Una vez celebradas las honras fúnebres por los Montcada y sus hombres en la zona de Bendinat, se puso sitio a la ciudad de Medina Mayurka.

Tras grandes esfuerzos y penalidades, el último día del año se abrió una brecha en la muralla en la llamada Plaza de la Conquista (dónde confluyen las calles 31 de desembre y Sant Miquel), para los que no lo saben la calle se llama así porque el 31 de diciembre se produjo el asalto final a la ciudad. El Rey dio orden de asaltar las murallas, pero sus barones se negaron tácitamente a tomar esa iniciativa. El Rey furioso pronunció esa frase que ha pasado a la posteridad: “vergonya cavallers, vergonya”.

Esta anécdota viene a cuento porque el otro día salió publicado en los principales diarios que grandes emporios hoteleros locales se están desprendiendo de algunas de sus joyas en sa roqueta sin que les haya producido ni el más mínimo ápice de sonrojo. Empresas todas ellas saneadísimas, que en algunos casos cuentan con rutilantes departamentos de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), que promueven grandes y fastuosas iniciativas de publicidad y comunicación ensalzando su amor por nuestra tierra pero al mismo tiempo vetando cualquier propuesta de impuesto ecológico o de conservación del territorio. Empresas que empezaron a generar su riqueza con la balearización en la desarrollista década de los 60, destrozando buena parte de las zonas más hermosas de nuestra costa, comercializando un entorno que nos pertenecía a todos y que ahora transmiten a unos Fondos de Inversión que a buen seguro no estimarán “lo nostro”, como lo amamos los nativos.

El colágeno que une y aglutina una sociedad insular como la nuestra va desapareciendo como lágrimas bajo la lluvia (Roy Batty en Blade Runner). Las señas de identidad que nos identifican y nos hacen únicos en un entorno de creciente globalización va dejando un reguero de cadáveres digno de una película de zombies de serie B.

Primero fueron las Cajas de Ahorro que vertebraban y daban sentido a las iniciativas de proximidad y al cuidado de la comunidad a la que debían su razón de ser. Soy mayor no idiota, es un movimiento al que todos los que mandan sin excepción deberían prestar la máxima atención. Ahora son los grandes emporios hoteleros los que deslocalizan sus inversiones y cabe preguntarse ¿Quién hace más por el mantenimiento de la riqueza, el cuidado del entorno y el bienestar de nuestra gente, los grandes hoteles, o los pequeños Agroturismos, hoteles con encanto y vivienda vacacional?.

Hay un chascarrillo que se comenta por lo bajini en los corrillos dedicados al sector del marketing de resultados (performance marketing) que dice que cuanto mayor es el departamento de RSC de una gran empresa, menor es su compromiso en desarrollar una labor efectiva en ese campo. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

En un mundo súper interconectado, en el que los clientes son al auténtico centro de gravedad permanente (grande Franco Battiato), ya no se puede tratar de confundir a los clientes con hueros mensajes propagandísticos carentes de contenido. En un entorno altamente profesionalizado, en el que todo se puede medir, contrastar y consolidar, la estrategia de RSC tiene que ser una parte importante del día a día de la gestión empresarial de una manera clara, dinámica y sobre todo creíble y transparente. Un faro que alumbre en el corazón de las tinieblas.

Si quieres saber más y mejor como incardinar una estrategia de RSC en un Plan de Marketing Digital orientado a resultados, no trates cómo la banca trata a los jubilados, ni cómo algunos grupos hoteleros gestionan la venta de sus activos en la tierra que los hizo ser lo que son. Vergonya cavallers, vergonya. Más info en www.mad-men.agency orgullos miembro de MarkAting Meta Agencia.