El mundo profesional ha cambiado para siempre. Empujados por la pandemia, la globalización, el teletrabajo y la deslocalización han digitalizado las interacciones cotidianas de muchos de nosotros.

Una reunión por Zoom, una presentación usando Teams o llamadas por vídeo a través de Whatsapp se han normalizado completamente, cuando hace solo 12 meses parecían casi de ciencia ficción.

Pero no por ser cotidianos, los estamos usando adecuadamente. Para muchos, usar los medios digitales con el fin de conectar con clientes y colaboradores, más que un mal necesario, es casi una pesadilla.

En las formaciones que he impartido desde que inició la pandemia, me he dado cuenta de que la resistencia a usar el vídeo online está ocasionada por la incomodidad que produce lo desconocido, potenciado por el miedo a hacer el ridículo.

¿La clave? Entender las similitudes y diferencias entre la comunicación digital y la presencial, para sacar partido a las primeras y encontrar alternativas para las segundas. 

Similitudes entre comunicar en vídeo y en persona

  • Ambos contextos requieren estrategia y método para triunfar.
  • Sea cual sea el medio, las personas siempre querremos conectar.
  • Cuanto más dependas del PowerPoint, menos conectarán contigo.
  • La capacidad de atención siempre es baja (tanto en vídeo, como en persona).

Cuando trabajas con esmero en estos puntos (igual que se esperaría de ti en una reunión o presentación importante de carne y hueso), te das cuenta de que, tienes mucho terreno ganado para poder comunicarte con éxito a través del vídeo… incluso sin ser experto en tecnología.

Diferencias entre comunicar en vídeo y en persona

Si bien son muchas y, seguramente descubriremos más a medida que aumente nuestra experiencia, hay tres que te sugiero trabajar ya mismo. 

  • En el online, el uso de la tecnología es inevitable. 
  • En vídeo, las personas te verán MUY de cerca (y tú a ellas también). 
  • En un entorno virtual, el contacto visual no es simultáneo.

¿Qué puedes hacer para no morir en el intento?  

Aprende a usar la tecnología

Basarte únicamente en el desparpajo ya no es una estrategia viable. La comunicación a través de los medios digitales, por definición, depende enteramente del buen uso de la tecnología por parte de todos. Cuando esta no funciona o alguien no tiene claro cómo usarla, se pierde tiempo.

Asegúrate de saber usar las funcionalidades básicas:

  • Acceder a la sala virtual de la reunión. 
  • Poner tu cámara para que te vean.
  • Poner tu micrófono para que te escuchen (y silenciarlo cuando no te toque hablar).
  • Compartir tu pantalla para proyectar información visual.
  • Usar el chat.

¿No sabes cómo hacerlo? Investiga y, antes de tu primera reunión formal, prueba con familiares o amigos.

Cuida la imagen que proyectas

 La cámara en primer plano es un arma de doble filo. Te permite acercarte mucho sin violar el espacio personal de los demás y te ayuda a leer con mayor precisión sus reacciones. Ahora bien, ellos también podrán hacerlo y, si no cuidas los detalles, tu credibilidad se verá tocada. Para evitarlo:

  • Elige bien tu atuendo. Asegúrate de que esté alineado con la etiqueta de la reunión.
  • Cuida el fondo. Cuanto más ordenado y minimalista, mejor.
  • Elimina las distracciones. Elige una zona tranquila libre de ruidos o, al menos, informa a tus convivientes de tu reunión para que intenten no interrumpirte.
  • Usa los auriculares. Proyectarás la voz sobre el micrófono, mejorando considerablemente la calidad del sonido.
  • Coloca una fuente de luz frente a ti para que se te vea bien la cara.
  • Sitúate al centro de la imagen dejando poco espacio libre entre tu cabeza y el marco superior. Así podrás mostrar tus gestos abiertamente.

Mira al objetivo de la cámara

La naturaleza humana nos lleva a mirar a los demás a los ojos para facilitar la conexión. Lamentablemente, en vídeo esto no funciona. Cuando buscas los ojos de la otra persona miras a la pantalla y si ambos miráis a la pantalla, da la sensación de que ninguno está mirando a su interlocutor a los ojos.

¿No me crees? Saca tu teléfono móvil, grábate un vídeo mientras te miras en la pantalla y luego observa la grabación. ¿Parece o no parece como si estuvieras mirando hacia otro lado?

Ahora, prueba de nuevo mirando al objetivo de la cámara (en lugar de a la pantalla). ¿Qué sensación te produce este nuevo intento?

La clave para que tu interlocutor sienta que le miras a los ojos en una videoconferencia está en mirar al objetivo de la cámara mientras hablas tú (y mirar su cara en la pantalla mientras escuchas). Así, conectará mejor contigo y te percibirá como alguien más sincero y seguro de sí mismo.

El vídeo online ha llegado para quedarse. Sigue estos principios y te adaptarás a este nuevo contexto con facilidad.

Más información:

www.sebastianlora.com