Según la plataforma de asesoramiento fiscal Declarando, los autónomos pagan de media alrededor de 2.500 euros más cada año a Hacienda, lo que supone un total de casi 5.000 millones de euros. Esta cantidad no se suele reclamar en la mayoría de los casos y la principal razón es la falta de conocimiento. 

Este dinero de más que pagan los trabajadores por cuenta propia en sus declaraciones se debe principalmente a incorrecta aplicación de las deducciones fiscales. 

En este sentido, Marta Zaragozá, CEO de Declarando asegura que “cuando se es autónomo, la presentación de los gastos constituye un reto y una oportunidad. Si se hace correctamente, puede tener un impacto económico enorme en el resultado final de la declaración de la renta”.

La experta añade que la falta de conocimientos e información sobre asuntos fiscales básicos penaliza a muchas personas pertenecientes a este colectivo. “Hemos visto casos de autónomos que han estado años trabajando sin saber que la cuota de autónomos es deducible en la declaración de la renta”, señala como ejemplo.

Para que no ocurra esto, desde la aplicación de asesoramiento fiscal señalan algunos consejos como establecer una rutina de control de gastos, revisar los datos proporcionados por la Agencia Tributaria, realizar el borrador de la Declaración con tiempo, tener en cuenta los ingresos que se hayan podido producir desde fuera de España y, sobre todo, deducir todos los gastos permitidos y hacerlo en el porcentaje correspondiente. 

Pero, ¿cuáles son estos gastos? En general son todos aquellos que sean derivados de la actividad laboral. Por un lado están aquellos que se pueden deducir tanto en el IRPF como en el IVA. Estos son los gastos de alquiler de oficinas o locales, los cuales se pueden deducir en su totalidad si el contrato está a nombre del declarante; los gastos de suministros, que también se pueden deducir enteros si pertenecen a un local o punto de venta. En caso de trabajar desde casa, Hacienda solo permite que la deducción sea del 30%. En el caso del teléfono e internet también se podrán deducir. 

Asimismo, los gastos pertenecientes a la compra de materiales y materias primas, reparación de inversión, “que siempre tendrán que exceder los 3.000 euros”, apunta Zaragozá; los producidos por el marketing y la publicidad; de atención al cliente; de creación y mantenimiento de una web o los pertenecientes a la asesoría o la contabilidad también se podrán deducir. 

Para aquellos autónomos que tengan trabajadores se podrán deducir sus gastos, desde la cotización a la Seguridad Social hasta las pagas extras. Las dietas también podrán ser deducidas, aunque en este caso la experta hace hincapié en que Hacienda “suele ser muy quisquillosa” debido a que resulta difícil distinguirlos de gastos personales. Los desplazamientos en taxi o el combustible también podrán incorporarse como gastos.

En cuanto a los gastos que solo se pueden deducir en el IRPF se encuentran el IBI, tasa de basura y comunidad de propietarios, las amortizaciones, los gastos financieros procedentes de comisiones de tarjetas de crédito, cuentas o transferencias; los seguros relacionados con la actividad profesional y la tasa de autónomos.