Adaptarse a las medidas de prevención y aforos en el caso de las actividades que sí o sí debieron continuar de forma presencial, o al trabajo en remoto y la digitalización para aquellas organizaciones que pudieron deslocalizar sus tareas, no ha sido un reto sencillo para las empresas. En términos generales, la influencia de la pandemia se ha materializado en grandes cambios en diferentes ámbitos, aunque por encima de todos ellos sobresale el referente al ámbito laboral, según afirman el 87% de las compañías encuestadas en el informe ‘Approaching the Future 2021: Tendencias en Reputación y Gestión de Intangibles’, elaborado por Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership y Canvas Estrategias Sostenibles.

Un punto de inflexión que, según afirma Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence, "ha obligado a las empresas a evolucionar sus modelos de trabajo y sus relaciones laborales" teniendo en cuenta por un lado la pervivencia del negocio y, por otro, las nuevas necesidades y expectativas de los empleados. 

En este segundo punto se revela el importante papel que han jugado los departamentos de recursos humanos (RRHH), en su rol de canalizadores de las nuevas políticas organizativas. "Más del 70% de los profesionales de éste área conocen y son partícipes de los planes de futuro de sus compañías, una cifra que pone de manifiesto que la función de los Recursos Humanos ha demostrado ser estratégica ocupando un papel protagonista y clave en las organizaciones", afirma Patricia Santoni, directora general de Meta4, proveedor tecnológico de referencia en el ámbito de la gestión de personal.

Deberes por hacer

La directiva menciona datos del informe ‘Nuevas formas de trabajar, nuevos paradigmas de la gestión’, que su empresa ha elaborado junto a The Valley Digital School. De las conclusiones del estudio se extrae la idea de que, aunque la pandemia ha acelerado la necesidad de transformación y digitalización de las áreas de gestión de personas, las compañías se encuentran actualmente arrancando la planificación de cambio. Si bien algunas compañías están implementando nuevas políticas orientadas al cuidado de sus trabajadores o a reforzar la transparencia en sus comunicaciones internas, Santoni detecta deberes por hacer. 

"Hoy en día, todo lo que afecta a la gestión del talento es más tecnológico y global que nunca", afirma la directora general de Meta4. Y sin embargo, la "gran asignatura pendiente" sería la digitalización, ya que "solo el 33% de las empresas cuenta con un plan definido y unos objetivos marcados para la digitalización de procesos" en materia de RRHH. ¿Por qué es relevante para el departamento apostar por la transformación tecnológica y la automatización? De acuerdo con esta experta, porque al liberar parte de la carga administrativa es "indispensable" para que esta área pueda "evolucionar y dedicarse a tareas más creativas y de mayor valor".

Además, hay otros dos aspectos con margen de mejora. El primero sería el que tiene que ver con tomar el pulso a la plantilla en términos de competencias digitales, ya que el 66% de los encuestados por Meta4 y The Valley reconoce que no ha evaluado las potenciales necesidades derivadas del nuevo entorno. En segundo lugar, cabría destacar la escasa prioridad asignada a nuevas metodologías de trabajo más ágiles y eficientes: la mitad de los encuestados no se vale de ningún tipo de sistema Agile/Lean en su día a día, el 31% las utiliza para proyecto puntuales y sólo el 18% las adapta a las necesidades de desarrollo de un producto o servicio. 

Más flexibles

En cuanto a cambios que se van a imponer debido a la pandemia en las dinámicas de RRHH, José Luis Gugel, fundador y socio director en The Key Talent, consultora de recursos humanos que emplea metodología 100% digital y basada en datos, introduce otra idea vinculada con la flexibilidad y su aplicación, a tres niveles.

En primer lugar, este experto habla de buscar perfiles "con habilidades y conocimientos más diversificados, de manera que puedan desempeñar funciones más líquidas". En segundo lugar, hace hincapié en la importancia de hacer un buen uso de los datos y analíticas que se puedan obtener para "valorar el rendimiento de nuestros colaboradores en función de sus objetivos, no de horas de presencia u otras métricas más anticuadas". 

En tercer lugar, Gugel ahonda en que se impondrá el modelo híbrido de trabajo, por lo que las compañías tendrán que "invertir en herramientas de trabajo colaborativo, en la salud de los empleados y en el rediseño de los espacios físicos".

En este contexto de actualización, parece vital que las empresas puedan reflexionar sobre su estrategia a la hora de afrontar los nuevos retos que puedan ir surgiendo. En este sentido, más de la mitad de los profesionales consultados por Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership y Canvas considera que lo primero que debería priorizarse es la gestión del talento y la formación (52%), teniendo en cuenta que todo apunta a que el final de la pandemia (si es que llega) no va a conllevar el regreso al punto de inicio.

"El refuerzo de la cultura corporativa es ahora una necesidad y un gran desafío", señala Patricia Santoni. Porque, según explica, saber gestionar y transmitir la identidad de la organización se ha convertido en un "pilar estratégico" sobre el que afianzar la motivación y el compromiso del equipo. ¿Las dificultades? Factores que la covid ha impulsado como "la globalización del talento, la gestión de la diversidad, la falta de contacto físico o el impulso hacia estructuras organizativas más autónomas con capacidad de auto organización", concluye.