La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), creada en 2012 para retirar del balance de las cajas de ahorros los activos inmobiliarios tóxicos, reconoce públicamente que no podrá devolver toda su deuda, la cual desde 2021 se computa como deuda pública de España. La empresa controlada en más de un 50% por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) tiene en sus estatutos, los cuales son modificables, la obligación de disolverse en 2027, fecha en la que, según Leopoldo Puig, consejero delegado de la compañía, habrá "una parte de la deuda" que no va a ser posible devolver. En ese caso, será el Tesoro quien tendrá que asumir la devolución de esa deuda, ya que los pasivos de Sareb están avalados por el Estado.

Así lo ha explicado este jueves Puig, durante la presentación de resultados de la Sareb, que cerró 2023 con unas pérdidas de 2.198 millones de euros, el 45% más que el resultado negativo obtenido por el llamado ‘banco malo’ el año anterior. La entidad mantiene pasivos por valor de 29.413 millones de euros, después de haber devuelto préstamos por más de 21.000 millones desde su constitución, aproximadamente el 42% de su deuda inicial. El 'negocio' central de Sareb es monetizar los activos que recibió en su constitución, préstamos e inmuebles, y, con el capital que recibe de esas ventas, repagar los bonos que tiene contraídos con las diferentes entidades financieras. Durante 2023, la compañía amortizó 1.068 millones, con cargo a los resultados del ejercicio.

Según sus últimos resultados, publicados este jueves, Sareb tiene un patrimonio neto negativo de 14.646 millones de euros. Esta cuantía responde a la diferencia entre el precio al que se incluyeron los activos en la empresa y su valor teórico a día de hoy. En la práctica, este patrimonio neto es la pérdida que supondrá para las arcas públicas el rescate de las cajas de ahorros y la creación del 'banco malo', además de la cuantía de deuda que no podrá devolver y deberá ser asumida por el Tesoro.

Esta cuantía solo podría reducirse si los activos de Sareb se revalorizasen durante los próximos años, un escenario poco probable. Por el contrario, si se continúan vendiendo a precios de mercado, como ahora ocurre, esas operaciones se realizan por debajo del valor teórico registrado en la contabilidad de la empresa, incurriendo en más pérdidas, engordando el patrimonio neto y la capacidad de devolución de la deuda.

La cartera de activos que ahora mismo tiene Sareb en su balance se sitúa por encima de los 23.104 millones de euros, el 62% en inmuebles y en 38% en préstamos. En su constitución, la empresa recibió más de 50.700 millones en préstamos, casi el 80% de su balance, y únicamente 11.343 millones en activos inmobiliarios. La cifra de préstamos, fruto de la venta de carteras y la tramitación de estos para canjearlos por los colaterales o garantías que tuviesen, se ha ido reduciendo desde 2012, mientras el número de inmuebles ha ido en aumento, a la vez que estos se han ido vendiendo a inversores institucionales o a través de canales minoristas.

Resultados de Sareb en 2023

Sareb cerró el ejercicio de 2023 con un incremento el 16% de sus ingresos, que alcanzaron los 2.748 millones de euros. La empresa pública cerró la venta de 36.690 activos inmobiliarios, un 35% más que en el año anterior, de los cuales 10.500 fueron viviendas, vendidas el 90% a ciudadanos particulares y el 10% a diferentes administraciones públicas locales y regionales. Árqura Homes, promotora de Sareb, entregó 1.620 inmuebles de obra nueva, que supusieron unos ingresos de 394 millones.

"Los primeros meses de 2023 comenzaron con una actividad ligeramente a la baja, fruto de la debilidad del mercado por la subida de los tipos de interés y el inicio del trabajo de nuestros nuevos servicers (Aliseda/Anticipa e Hipoges). Sin embargo, esta mejoró significativamente en el segundo trimestre y, a partir de septiembre, fue aún muy positiva, con más ventas y más ingresos", explicó Leopoldo Puig, durante la presentación del informe anual de la entidad.

La mencionada diferencia entre el valor de mercado y venta de los activos, con su valoración en balance, le provocó unas pérdidas de 836 millones. A esta cuantía hay que sumar los intereses de la deuda y los gastos de estructura y personal de Sareb, que eleva el resultado negativo hasta los 2.198 millones de euros.

Apuesta social de Sareb

Desde que, en 2022, el Estado tomó el control de Sareb, la entidad ha iniciado actividades dentro del ámbito social. En sus viviendas, la empresa ha detectado que residen familias en situación de vulnerabilidad, con los que ha firmado 6.300 contratos de alquiler a precios adaptados a la renta de estos individuos, a los cuales se les ha incluido en programas de acompañamiento y de inserción laboral. Esto ha permitido a Sareb recibir de media 2.340 euros por vivienda en alquiler social, que sirven para mantener los activos y sufragar sus gastos.

En paralelo, Sareb tiene en marcha el Plan Viena, un programa de colaboración público-privada en el que pretende levantar entre 10.000 y 15.000 viviendas destinadas al alquiler asequible de la mano de empresas. Javier Torres, presidente de la entidad participada por el Frob, adelantó que ya están preparando la primera fase del programa: "Ya hemos redactado los pliegos de condiciones y hemos contactado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y con potenciales interesados en participar. El plan está en una fase muy avanzada, que nos va a permitir lanzar próximamente la licitación. La primera fase serán 43 promociones que sumarán 3.500 viviendas y supondrán una inversión de 400 millones de euros".