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Agricultura

La campaña citrícola llega a su fin con unos precios en el campo que triplican los de 2022

Las cotizaciones de las mandarinas estrella como la Orri han crecido hasta 19 euros por arroba en campo y la Valencia-Late, hasta 6,6 euros

Un trabajador recoge cítricos en un campo de Nules (Valencia), en una imagen de esta campaña. MANOLO NEBOT ROCHERA

La campaña de recolección citrícola 2022/23 llega a su fin. Sin apenas existencias ya en las explotaciones naranjeras de la Comunitat Valenciana, Andalucía, Murcia y Cataluña, la temporada de recogida de agrios en el campo, aunque los almacenes siguen trabajando con productos almacenados en cámaras frigoríficas, concluye con una buena evolución de los precios en origen que llega a multiplicar por tres los valores del anterior período de recolección en fresco -uno de los peores de la historia-, tal como constatan los últimos boletines de información de las Lonjas de Valencia y Córdoba. Estas entidades sirven de referencia para todo el sector citrícola español y las cotizaciones que reflejan han mejorado como consecuencia de la reducción de la oferta debido a factores climatológicos que afectaron a la floración y al desarrollo de las frutas desde la primavera del año pasado.

Tras una disminución de la cosecha hasta un volumen global de 5,8 millones de toneladas de naranjas, mandarinas y limones (-17,7 %) en toda España, según el Ministerio de Agricultura, es decir la más baja de las últimas décadas, los precios pagados a los agricultores se han disparado en comparación con los del ejercicio precedente. En el caso de las variedades más tardías, que cierran la temporada, la Valencia Late se ha vendido en el campo entre 0,37 y 0,52 euros/kilogramo; o lo que es lo mismo, entre 4,8 y 6,6 euros/arroba (casi 12 kilogramos). También ha mejorado el de las variedades tardías Barberina y Mid-night, que se han situado entre 4,8 y 7,2 euros por arroba, frente a una media de 1,8-3,1 euros/arroba de la campaña precedente, lo que supone algo más del doble en valor.

Mandarinas estrella

Además, crece notablemente la renta de los productores de las llamadas ‘mandarinas estrella’, que son variedades protegidas por 'royalties', es decir, aquellas que pagan rentas al titular de los derechos de plantación y comercialización, normalmente en manos de una sociedad o una gran empresa citrícola. Es el caso de la israelí Orri, que a finales de su recolección hace un par de semanas -última cotización en la Lonja de València- alcanzó 1,5 euros por kilogramo; lo que supone algo más de 19 euros por arroba. Mientras, las Nadorcott, Tango y Ortanique, aunque sin valores tan altos como la Orri, también han registrado precios muy superiores a los de 2022, según constata la Lonja de Cítricos de Valencia y la de Córdoba.

Mejoran sustancialmente la renta de los productores de llamadas ‘mandarinas estrella’, que son variedades protegidas por ‘royalties’

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Al cierre de la campaña, las previsiones de precios que se tenían desde el sector se han cumplido en 2022/23 en líneas generales, alcanzando valores superiores a la campaña anterior (+60,2 % en naranjas, +24,1 % en mandarinas y +29,8 % en limones).Con todo, desde las organizaciones agrarias recuerdan que las cotizaciones en el campo de las naranjas en 2021/22 fueron las más bajas de las cinco últimas campañas, tal como avala el Observatorio de Precios del Ministerio de Agricultura.

Cae el consumo en Europa

Más allá de los precios, que en algunos casos no han servido para cubrir los costes de explotación, debido al alza de la energía y los fitosanitarios, hay otro factor que preocupa de lleno al sector: el consumo de cítricos en España ha disminuido en cinco kilogramos per cápita en solo un decenio, tanto en España como en el resto de Europa. Según el consultor internacional agroalimentario Francisco Borrás, en el caso de las mandarinas el descenso del 11,53% “ya es preocupante” , si bien “lo es más aún por el hecho de que a causa de la renovación varietal han aparecido variedades nuevas como Nadorcott, Tango y Orri que han alargado la campaña unos dos meses y en términos anuales las mandarinas bajan más que la media. Estamos ante un descenso claro”, concluye.

En un momento en el que las importaciones de naranjas de la UE procedentes Egipto han crecido un 82% de enero a abril de este año con respecto al mismo periodo del año pasado, y un 40,8% más que la media de los últimos 5 años, según el informe de la Dirección General de Producciones y Mercados del Ministerio de Agricultura, Europa también ha bajado el consumo de naranjas en un 20%. El sector de cítricos, organizado a través de la interprofesional para las naranjas y las mandarinas, Intercitrus, y otra para los limones y pomelos, Ailimpo, trata de combatir esta caída del consumo con planes de promoción. Con todo, sus recursos, a diferencia de otras organizaciones alimentarias españolas, son escasos.

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