La farmacéutica Grifols ha registrado pérdidas por valor de 108,2 millones de euros entre enero y marzo aunque ha disparado sus ingresos hasta un 23%, hasta los 1.561 millones de euros, según ha informado la empresa en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Este resultado contrasta con las ganancias de 53,3 millones de euros que se anotó el grupo en el mismo periodo del año anterior. La empresa ha señalado que las pérdidas ya estaban previstas y que se deben a costes de reestructuración de su plan de transformación que han supuesto 140 millones de euros. El mercado ha recibido con buenos ojos estas cifras, ya que a media sesión la empresa era un valor alcista y se ha revalorizado hasta un 9%, seguido por IAG (+2,03%), Amadeus (+0,61%), Sabadell (+0,59%), Aena (+0,48%) e Indra (+0,25%).

Grifols viene se sufrir en el último año una importante depreciación de sus acciones motivada por los cambios en la estructura de su dirección. En los últimos seis meses la acción de la farmacéutica se ha dejado más de un 40% de su valor. El pasado febrero el consejo de administración anunció el relevo de Steven F. Mayer y su sustitución por Thomas Glanzmann. El motivo oficial de este cambio fue el estado de salud de Mayer y razones personales, que le impedían llevar a cabo el plan de ajustes de la compañía, que supondrá el despido de 2.300 trabajadores en todo el mundo.

Esta empresa, que pasó de ser un desconocido laboratorio especializado en tratamiento de sangre a convertirse en uno de los grandes valores bursátiles en España, ha crecido a base de adquisiciones y expansión internacional. En abril de 2022, Grifols se hizo con la adquisición más discutida: compró la empresa alemana Biotest por 1.413 millones. La deuda de la compañía se disparó por encima de los 9.000 millones, lo que representa ya nueve veces su ebita (beneficio antes de intereses e impuestos). "Dentro del Ibex, es de las más endeudadas, necesita reducir su nivel de endeudamiento porque su actividad actual no justifica estas cifras. Me consta que lo tiene muy presente", señala Juan José Fernández-Figares, director del departamento de análisis de Link Securities.

La empresa destaca en la nota de resultados presentada este martes que ha reducido su ratio de apalancamiento, una medida que relaciona el endeudamiento y los activos de una empresa, hasta el 7,0x. "El flujo de caja operativo ajustado es positivo y la liquidez alcanza 1.300 millones de euros. La compañía trabaja para reducir su ratio de apalancamiento a 4,0x en 2024", explica el comunicado.

Beneficio neto ajustado

El beneficio neto ajustado de la empresa de hemoderivados se situó en 26 millones de euros. El grupo también destaca los "buenos" resultados de la división Biopharma, cuyos ingresos crecieron un 26,2% en el primer trimestre, hasta los 1.291 millones de euros. Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo y recién nombrado CEO de Grifols, ha subrayado que los resultados de la compañía muestran un "trimestre sólido a pesar del difícil entorno macroeconómico".

"Nuestros resultados ponen de manifiesto la fortaleza de nuestro negocio. Resultan especialmente significativos los progresos que estamos logrando a medida que avanza 2023 para impulsar la eficiencia operativa de la compañía y mejorar nuestra base de costes de plasma. La simplificación de nuestro modelo de gobernanza y la nueva estructura de liderazgo continuarán impulsando esta transformación", ha destacado.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado, que excluye principalmente 140 millones de euros no recurrentes de costes de reestructuración, se situó en 298,8 millones de euros y el margen del Ebitda ajustado fue del 21% sin incluir Biotest y del 19,3% incluyéndolo.

Las estimaciones de Ebitda ajustado de Grifols han mejorado y se sitúan por encima del 21% para el primer semestre de 2023 y en el 22-24% para el ejercicio completo, mientras que se eleva la previsión de Ebitda ajustado a más de 1.400 millones de euros para todo el año. Grifols ha informado de que ha ejecutado más del 80% de su plan inicial de ahorro de costes de 400 millones de euros y ha ampliado el impacto previsto a más de 450 millones euros.