La Seguridad Social acumula una deuda con el Estado de 106.177 millones de euros a finales de 2021 que, en buena parte, va camino de hacerse perpetua. La primera parte de esta deuda corresponde a 11 préstamos otorgados entre 1992 y 1999, equivalentes a casi 17.200 millones de euros, para atender obligaciones el extinto Insalud, en aquel momento en que el PSOE universalizó la sanidad.
1992-1999: Los años de la sanidad
Ninguno de esos préstamos a diez años ha sido devuelto todavía al Estado. A medida que ha ido llegando el momento de su vencimiento, el Gobierno de turno ha ido ampliando en 10 años más el plazo de cancelación. Para algunos de ellos la pelota se ha echado hacia adelante hasta 2027. "No existe ninguna razón que justifique que este endeudamiento se mantenga en el balance de la Seguridad Social indefinidamente", decía el Tribunal de Cuentas en su informe de fiscalización sobre este organismo ya en agosto de 2020. "Lo razonable, tras haber transcurrido casi 26 años desde que se contrajeran las primeras obligaciones con la Administración General del Estado y se produjera la concesión del primer préstamo (ejercicio 1992), es que se adopten soluciones para su saneamiento definitivo", añadía en aquel informe el Tribunal de Cuentas. "Estos préstamos no hubieran sido necesarios si, previamente, el Estado hubiera abonado al sistema el importe de los gastos que [la Seguridad Social] tuvo que asumir por su cuenta", añadía el organismo fiscalizador.
2000-2018: La edad del Fondo de Reserva
En el periodo entre los años 2000 y 2009, la Seguridad Social no tuvo necesidad de nuevo endeudamiento. Antes, al contrario, la sucesión de números verdes en sus cuentas permitió alimentar la hucha del recién creado Fondo de Reserva, donde se llegaron a acumular más de 77.000 millones de euros que luego se agotaron entre 2012 y 2018, para atender el pago de las pensiones contributivas; en particular, el abono de las pagas extraordinarias de las mismas.
2017-2023: Explosión de la deuda
Una vez agotado el Fondo de Reserva, el Estado ha seguido cubriendo con nuevos préstamos -en lugar de hacerlo con transferencias- las necesidades financieras de la Seguridad Social, para cubrir sus sucesivos déficits. Así, la deuda de la Seguridad Social, que en diciembre de 2017 era de 27.393 millones de euros, según datos del Banco de España, casi se ha multiplicado por cuatro hasta superar los 106.000 millones en diciembre de 2022.
Con todo, contra lo que cabría imaginar, todo este endeudamiento de la Seguridad Social con el Estado, apenas ha generado pago de intereses al organismo encargado de pagar los pensiones. Entre 1995 y 2009, la carga de intereses sumó 192 millones de euros. Desde entonces, el capítulo de pago de intereses de la Seguridad Social al Estado es de cero euros.
