Domestika, la plataforma española de cursos por internet que recibió cien millones de inversión hace poco más de un año, ha iniciado un proceso de despido colectivo para prescindir de 89 empleados, casi la mitad de la plantilla.

Estos despidos se suman a los que la compañía realizó el año pasado: 150, 70 de ellos en España, según datos de los trabajadores. Aquellos despidos masivos se hicieron sin expediente de regulación de empleo, razón por la cual una treintena de afectados se unieron en un caso único para pedir su nulidad. Los trabajadores llegaron a un acuerdo con la empresa en el acto de conciliación.

En aquel momento, Domestika tenía cerca de 800 empleados en todo el mundo, de los cuales 369 estaban en España, según las cuentas al cierre de 2021. Domestika utiliza dos sociedades distintas para contratar en nuestro país: DMTSK y Estudios de Grabación Digital. El ERE actual afecta solo a la primera, donde ahora mismo trabajan alrededor de 200 personas.

Además de los despidos iniciales, Domestika se ha dedicado en los últimos meses a cerrar operaciones en terceros mercados: primero los europeos y después Estados Unidos, México, Colombia, Argentina y Brasil. "Han pasado de ser un unicornio y estar en un montón de países a quedarse solo en España", explican fuentes conocedoras de la situación a este diario. Cuando recibió los cien millones, con el 'boom' de la formación online de la pandemia aún caliente, Domestika fue valorada en 1.300 millones de dólares y entró en el club de los unicornios españoles, empresas que superan los mil millones de valoración.

El ERE llega, por tanto, después de más de un año de recortes y adelgazamiento de la plantilla. Por otro lado, la demanda de cursos por internet aflojó tras el COVID y el grifo de financiación a 'startups' tecnológicas se ha cerrado debido al alza de los tipos de interés y la incertidumbre económica general. Concretamente, y según datos de Crunchbase, en el primer trimestre de 2023 la inversión cayó un 53% en todo el mundo.

Y, sin embargo, la culpa del ERE le ha caído a la inteligencia artificial.

¿Cuánto tiene que ver ChatGPT?

Varios medios han publicado en las últimas semanas que Domestika despedirá a la mitad de su equipo para sustituirlo por ChatGPTla herramienta de inteligencia artificial que, entre otras cosas, escribe redacciones con buen nivel sintáctico. La noticia ha sido interpretada como uno de los primeros estragos que la IA va a causar en el mundo laboral.

Según explicaron representantes de los trabajadores en La Vanguardia, 22 de los trabajadores afectados son traductores cuya tarea realizará a partir de ahora un traductor automático, mientras que otros 9, especializados en creación de contenido, perderán el trabajo porque los textos los generará a partir de ahora un robot. De modo que, como mucho, ChatGPT sustituirá a una décima parte de los trabajadores despedidos.

"Las palabras que repite la empresa son: eficiencia y polivalencia", explican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, fuentes de la negociación. "Eficiencia es reducir personal a toda costa. La calidad no es su preocupación. Y respecto a ChatGPT hay algo raro que no nos cuadra. El nuevo jefe de marketing, Daniel Villegas, está generando textos con ChatGPT y pidiéndole a los 'copywriters' que los editen y suban a la web". Precisamente, continúan, lo hace porque la compañía prescindió de casi todo el equipo de contenidos durante la primera ola de despidos.

En aquel momento —abril de 2022—, ni ChatGPT estaba abierto al público ni las aplicaciones de inteligencia artificial eran la moda. Y Domestika ya se estaba deshaciendo de decenas de trabajadores especializados en contenido. "Había un equipo muy grande, de 30 o 40 personas, y se cargaron al 95%. Desde entonces han ido saliendo muchos menos contenidos y cuando entró el nuevo jefe, a finales de año, se empezó a hablar de una estrategia de contenidos mucho más expansiva", continúan desde la representación de los trabajadores.

El lanzamiento del chat de inteligencia artificial fue en noviembre del año pasado, coincidente con la llegada de este nuevo jefe de marketing. "El ChatGPT no ha sido la causa, ha sido parte de la consecuencia. Ahora se pueden cargar a más gente y seguir sacando contenido", añaden los trabajadores.

Preguntado por esta cuestión, el CEO de la empresa, Julio Cotorruelo, asegura que "la empresa nunca ha hecho ninguna declaración que vincule el ERE con la inteligencia artificial. Realmente desconocemos de dónde ha salido eso". Además, según explican fuentes conocedoras de lo que se viene cociendo en la empresa, el CEO ilustró hace dos meses en una videollamada la situación de Domestika "con una imagen del Titánic y el iceberg".

"No tiene nada que ver con la inteligencia artificial", añaden estas fuentes. "Tiene que ver con la situación de la compañía".

Además de la incertidumbre que les provoca llevar un año de despidos y cierres de mercados, los trabajadores están inquietos porque el calendario de producción —Domestika trabaja como una productora de cursos— termina en julio. "Vemos que no hay nada asignado a partir de julio. Y normalmente es algo muy amplio, muy organizado, que se planifica a nueve meses vista", dice un trabajador. Además, y según las fuentes conocedoras de la situación, la empresa ha paralizado rodajes que estaban en marcha.

Entre empleados y ex-empleados circula la sospecha de que Domestika se está preparando para una venta. Los consultados apuntan a Skillshare, su competencia directa en Estados Unidos, como posible compradora, rumor que el CEO Cotorruelo niega en rotundo. "Domestika no solo no está, sino que jamás ha iniciado ni la más remota conversación con nadie para ser adquirida", dice.

En una entrevista en el mes de julio con este diario, Cotorruelo ya afirmó que los fondos —esto es, sus inversores— "antes primaban crecimiento y ahora priman rentabilidad", lo que en plata significa que la empresa necesita ser rentable (ingresando más o gastando menos) para volver a captar inversión. O bien ser rentable para sostenerse por sí misma. Su resultado global es inaccesible al tener filiales en varios países.

¿Va a despedir Domestika a 89 personas porque vaya a sustituirlas con ChatGPT? No, las va a despedir porque necesita hacer recortes. La cuestión es si haría los recortes en caso de no existir ChatGPT. La respuesta está en el propio desarrollo de los acontecimientos: Domestika despedía igual cuando no existía esta app de inteligencia artificial.