Tras meses de debate sin aparente fruto, el principal supermercado de España entra de lleno en la estrategia de las medidas extraordinarias para mitigar el efecto de la inflación en el bolsillo del consumidor. Mercadona ha anunciado este miércoles que rebajará el precio de 500 productos en torno a los cuales empieza a detectar cierta contención de costes. La cadena acometerá esta rebaja desde ahora y hasta que termine el año, una decisión con enfoque parecido al que han ido anunciando otras importantes cadenas de distribución en las últimas semanas.

De este modo, el Gobierno -capitaneado en este caso por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz- logra una de las demandas que había puesto encima de la mesa desde el principio: que independientemente de la rebaja del IVA de determinados productos de alimentación, las grandes cadenas de supermercados bajaran sus precios en la medida de lo posible. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, también ha lanzado reiterados mensajes a las empresas de distribución con el mismo propósito. Las cadenas, por su parte, siempre han defendido que esta es una crisis de costes y, que como tal, no servía de nada (y que incluso podría ser contraproducente) que redujera precios solo una parte de la cadena.

De hecho, el posicionamiento general del sector hasta la fecha había sido que estas compañías llevan meses forzando márgenes aumentando el número de ofertas para poner su granito de arena a solucionar el problema.

Sin embargo, Eroski (y, consecuentemente, también Caprabo) rompió la tónica a mitad de marzo poniendo en marcha una campaña por la que bajaba el precio de hasta 1.000 productos. La cadena catalana Bonpreu anunció a finales de mes que activaba durante tres meses una medida por la que devolvería a sus clientes el 5% del precio de la carne y el pescado fresco. Este mismo martes, Dia explicó que invertiría este año un 15% más que el anterior (150 millones de euros) en incrementar el número de promociones y descuentos dentro de sus establecimientos.

Y ahora, Mercadona, que hasta la fecha se había centrado en diseñar estrategias internas de cálculos de costes para evitar tener que subir descaradamente precios, ha irrumpido también en escena con la rebaja de 500 productos.

La importancia de la medida

Esta decisión trasciende por varias razones. Primero, porque es la cadena líder en España, con lo que tiene capacidad para arrastrar a muchas otras a decisiones similares, sobre todo teniendo en cuenta que una de las particularidades del mercado español es que hay tantos actores, que es muy difícil competir si uno de ellos se aleja de los precios habituales. Segundo, porque este supermercado jamás hace descuentos ni ofertas puntuales, ya que su política de empresa es vender siempre al precio más bajo posible. Tercero, porque su propietario y presidente, Juan Roig, se posicionó hace unas semanas abiertamente en contra de bajar artificialmente los precios de la alimentación.

La cuestión, según plantea la empresa valenciana en un comunicado, es que el grupo ha detectado que los costes asociados a este conjunto de productos están empezando a bajar y ha decidido “adelantarse” a este descenso y ajustar su precio de venta final. Hablan de conservas como el atún, lácteos como algunos quesos y yoguresfrutos secosaceitesproductos de limpieza y mantenimiento para el hogarbolleríaperfumería… y varios alimentos frescos, que estarán identificados con una etiqueta especial.

“La iniciativa, que se lleva a cabo sin tocar la calidad de los productos y garantizando la sostenibilidad de toda la cadena alimentaria [uno de los argumentos que blandió Roig para negarse a una cesta de la compra de precio topado], supondrá un ahorro para los clientes de 200 millones de euros de aquí a final de año”, detalla la compañía en un comunicado. De acuerdo con sus cálculos, esto tendrá un impacto en el margen de la empresa de 0,6 puntos.

Otras estrategias

En cualquier caso, Mercadona no es la única cadena que ha decidido hacer algo así para ayudar a rebajar el precio final de la cesta de la compra.

Eroski / Caprabo

En pleno debate sobre si el Gobierno de España tendría que impulsar un acuerdo con las cadenas de supermercados como el que se acababa de anunciar en Francia, Eroski anunció que invertiría 12 millones de euros en lanzar una campaña que implicaba bajar el precio de hasta 1.000 productos. Lo llamó 'Cesta que enamora', entró en vigor a mitad de marzo y la medida estará vigente todo 2023.

Bonpreu

La cadena catalana anunció a finales de marzo que bonificaría, durante tres meses, el 5% de lo que su cliente se gaste en carne pescado fresco, alimentos exentos de la bajada del IVA. El supermercado explicó que prevé destinar 2 millones de euros en esta medida, que funciona de tal modo que a los clientes registrados que compran carne o pescado se les devuelve en su tarjeta cliente el 5% de lo que se hayan gastado en estos productos.

Dia

Esta compañía de distribución también ha anunciado esta misma semana que extremará lo que invertía el año pasado en ofertas y descuentos con la intención de ayudar al bolsillo del consumidor. Así, Dia invertirá 150 millones de euros en promociones que llegarán hasta el 30% de rebaja y que se aplicarán sobre más de 100 productos, con especial protagonismo de los frescos. Este plan también incluye aumentar la apuesta por los productos de marca propia.