Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tabaquismo

El puro se fuma a la inflación

Las unidades de habanos vendidas aumentaron únicamente en Cataluña y Baleares

Una mujer remata un puro en las instalaciones de la 'Corona Tobacco Factory', localizadas en La Habana (Cuba). Alexandre Meneghini

Dromedarios de gran tamaño, aptos para expediciones militares. Gánsteres que fumaban tres habanos al día o mandatarios que hicieron historia. Nombres como Meharis, Al Capone y Churchill calan con fuerza en la industria del puro, catapultada con la entrada en vigor de la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, que permitió la venta manual de “cigarros y cigarritos provistos de capa natural” en bares y restaurantes. Su distribución se disparó un 97,8% entre 2009 y 2013, según se desprende del 'Informe 2022. Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España', coincidiendo con la reforma promovida por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero; pero esa tendencia vertical se redujo con el tiempo, fundamentalmente por la llegada de nuevas modas o soluciones económicas como los cigarrillos electrónicos o las picaduras de liar. Los túbanos –inseparables de la boca de personajes como Fidel Castro y el Che Guevara– no viven sus mejores momentos aunque resisten bien en territorio nacional. Galicia, tercera comunidad que registró la mayor caída de consumo el pasado año, vendió 4,8 millones menos... Pero facturó casi 400.000 euros más.

Así puede extraerse de los datos relativos al último ejercicio, analizados en la 'Información Estadística sobre el Mercado de Tabacos'. A nivel porcentual, el descenso interanual del consumo de puros fue del 3,8% en Galicia, solo superado por La Rioja y Extremadura (con porcentajes que en ambos casos rebasaron ligeramente el 4%). Las unidades de habanos vendidas aumentaron únicamente en Cataluña y Baleares, precisamente las regiones en las que más se incrementaron los ingresos obtenidos con la venta de este producto (un 18,5% y un 10,5% respectivamente). Y llama la atención el caso de Valencia, País Vasco, Andalucía o Madrid: comunidades en las que pese a bajar el consumo de puros, crecieron los ingresos obtenidos con su venta cerca de un 8%.

En cantidad, el territorio gallego fue en el que más cigarros se dejaron de vender. Cayeron en poco más de 4,8 millones, por encima de los casi 4,3 millones que se vendieron de menos en Madrid o las disminuciones de 3,7, 2,8 y 2,5 millones de pobladas comunidades como Castilla y León, País Vasco y Andalucía. Por ventas, ingresamos 386.000 euros extra, aunque lejos de la gigantesca subida de Cataluña: 9,4 millones de euros adicionales. En total, la autonomía vendió 121,2 millones de cigarros en 2022 e ingresó por los mismos 26,1 millones de euros, posicionándose como la séptima –por detrás de todas las CCAA anteriormente citadas a excepción de Baleares– que más túbanos distribuyó y también la que más dinero recaudó... Pese al detrimento del consumo, la inflación sostuvo al puro.

“Reducción continuada”

En España, donde la edad media en la que se da la primera calada de tabaco es a los 14,1 años tanto en chicos como en chicas, se experimentó “un cierto desplazamiento de los hábitos de consumo de una parte de los fumadores de cigarrillos hacia el consumo de las otras labores de tabaco” que afectó a los puros y se frenó en 2013. Desde entonces se inició “una reducción continuada de las ventas”, según apunta el Ministerio de Sanidad.

Actualmente, Galicia se sitúa en mitad de la tabla respecto a los cigarros fumados por habitante. De media, cada gallego habría fumado unos 45 “cigarros o cigarritos provistos de capa natural” el pasado año, contemplando en este número tanto productos de gran formato como los pequeños puritos que se venden en paquetes. La cantidad es inferior al máximo de 68 habanos que fumaría cada habitante de Navarra y al mínimo de 23 que teóricamente fuma cada madrileño. También por comunidades, los habitantes que más gastaron el pasado año en puros fueron los vascos (19,4 euros) y los que menos los murcianos (7,4). Los gallegos, unos 9,7 euros.

Si estas cifras se llevan a todos los productos de tabaco en general, teniendo en cuenta además de los cigarros las cajetillas de cigarrillos y las picaduras de liar y para pipa, las cuatro provincias gallegas se encuentran entre las 15 españolas en las que menos gasto hubo por habitante en tabaco. En 2022, cada pontevedrés se dejó 224,4 euros en productos para fumar (la quinta con la menor cantidad), seguida de A Coruña (238,5 euros), Lugo (240,2 euros) y Ourense (248,3 euros). Esta horquilla se mueve entre el tope que registra Girona (872,9 euros por habitante de gasto en tabaco) al mínimo de Sevilla (196,9 euros).

Compartir el artículo

stats