Iberdrola se deshace del 80% de su negocio de generación en México. La energética española ha firmado un acuerdo de venta con la sociedad estatal Mexico Infrastructure Partners (MIP) por valor de 6.000 millones de dólares (5.500 millones de euros), según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El pacto supone la venta de 8.539 megavatios (MW) de potencia instalada, de forma que la compañía solo mantiene 2.427 MW de capacidad propia en el país.

La mayoría de la venta (8.436 MW) corresponde a centrales de gas (ciclos combinados), mientras que unos 103 MW son activos eólicos. En concreto, Iberdrola se deshace de sus ciclos combinados, que operan bajo el régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California, Topolobampo II y Topolobampo III, junto con el activo eólico La Venta III, así como de las centrales de gas privados de Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek. De estas forma, la compañía española apenas mantendrá en México 1.166 MW de centrales de ciclos combinados, 202 MW de cogeneración y 1.059 MW de instalaciones renovables.

El acuerdo llega después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cargase en febrero contra varias compañías españolas ubicadas en el país, entre ellas, Iberdrola, a quien acuso de "hacer lobby" contra su propuesta de reforma eléctrica y la tildó de "favorita" de los gobiernos de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto para beneficiarse de contratos por abastecimiento de energía eléctrica con un impacto negativo para el país. "No sólo lo que ha perdido México, sino la ofensa de que una empresa que se beneficia de contratos por abastecimiento de energía eléctrica se lleve a trabajar a la secretaria de Energía de México (Georgina Kessel) y se lleve como empleado al expresidente de México, Felipe Calderón. Eso es una ofensa a nuestro pueblo", declaró, según recogía Europa Press.

Este lunes, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente del Gobierno de México han firmado la pipa de la paz. Ambos se han reunido para anunciar el "inicio de una nueva etapa" tras la firma de este acuerdo y el compromiso de Iberdrola de realizar "nuevas inversiones" en México. "(El acuerdo) supone el inicio de una nueva etapa en la que la compañía participará activamente en el desarrollo renovable del país", declara López Obrador, según un comunicado remitido por la multinacional. "Iberdrola confirma su apuesta por México reafirmando su liderazgo como el principal generador privado de energías renovables con el respaldo del Gobierno Federal", reitera la eléctrica.

Para seguir prestando servicio a sus "clientes actuales" (así como, transitoriamente, a las sociedades incluidas en el perímetro de la operación) tras deshacerse de buena parte de su generación, Iberdrola México firmará contratos de compraventa de energía (ppa) con el fondo comprador (Mexico Infrastructure Partners). Además, añade la compañía que ambas partes "trabajarán conjuntamente para tratar de resolver las distintas controversias abiertas en los últimos años".

El valor acordado para la venta asciende a unos 6.000 millones de dólares, pero la cifra final podría ser distinta en función de la fecha de cierre de la transacción, según ha apuntado la compañía. La transacción está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes, así como a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de "determinadas condiciones habituales en este tipo de operaciones". La operación cuenta con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México.