España fue en febrero el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que más habían bajado los precios de la energía en doce meses, un 8,9 % que contrasta con el aumento global del 11,9 % en el conjunto de los 37 miembros.

Entre febrero de 2022 y el mismo mes de este año, según los datos publicados este martes por la OCDE, también cayeron los precios de la energía en Bélgica (7,9 %), Costa Rica (5,6 %), Grecia (5,2 %), Luxemburgo (2 %), Países Bajos (1,1 %), Japón (0,7 %) y Canadá (0,6 %).

En el extremo opuesto, la energía en esos doce meses se encareció particularmente en Reino Unido (48,3 %), Letonia (46,4 %) y Turquía (42,2 %).

La tasa de inflación en febrero en la OCDE se quedó en el 8,8 %, lo que significa cuatro décimas menos que en enero, y eso sobre todo gracias a la ralentización de los precios de la energía (el incremento interanual pasó del 16,4 % al 11,9 %) y en mucha menor medida a la alimentación (del 15,2 % al 14,9 %).

Los países en los que más disminuyó la inflación en febrero fueron Costa Rica (bajó del 7,7 % en enero al 5,6 %) y Turquía (del 57,7 % al 55,2 %).

España tuvo la séptima inflación más baja de los miembros con un 6 %, y fue uno de los pocos en los que esa cifra aumentó en febrero (había sido del 5,9 % en enero) a causa de la aceleración en los alimentos (del 15,4 % en enero al 16,6 %).

La inflación subyacente de España, con un 5,2 % en febrero, se mantuvo netamente por debajo de la media de la OCDE (7,3 %) y algo inferior a la de la zona euro (5,6 %).