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Automoción

Portugal ofrece costes bajos, energía verde y ayudas para la “gigafactoría” de Stellantis

El Gobierno luso va a por su segunda fábrica de baterías | La baza española: el Perte, la proximidad de las plantas principales de la península y el desarrollo de las renovables

Desde la izq., Carlos Tavares, Marcelo Rebelo de Sousa y António Costa, en Stellantis Mangualde.

Parecía un caso ya cerrado o algo para lo que todavía faltarían muchos años en caso de que se volviese a abrir una ventana de esperanza. Sin embargo, la posibilidad de que Stellantis desarrolle una gigafactoría de baterías en la península ibérica es hoy muy real. Como recogió ayer FARO, del grupo Prensa Ibérica, el CEO del grupo, Carlos Tavares, avisó el viernes en su visita a la planta de Mangualde que el proyecto está en fase de estudio y que la decisión se tomará antes de final de año. Ante el primer ministro del país, António Costael patrón de la multinacional lanzó el órdago para iniciar una competición entre Portugal y España, buscando la mejor oferta teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de energía renovable, los costes y, sobre todo, los apoyos. Al otro lado de la raia ya manifestaron el interés para plegarse a las demandas de Tavares y sobre la mesa pondrán su modelo laboral e industrial low-cost, energía verde y un amplio marco de ayudas. Las bazas españolas: la línea específica para estas instalaciones anunciada en el marco de la segunda convocatoria del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), la proximidad de las plantas principales del grupo en la península (como Vigo y Zaragoza) y el desarrollo de las renovables.

Aunque son muchos los proyectos encima de la mesa, por el momento cada país cuenta con una planta de este tipo ya confirmada y en fase de desarrollo. En el caso de Portugal, fue la china CALB (siglas para China Aviation Lithium Battery Technology) la que firmó un memorando de entendimiento con el Gobierno de cara la creación de una gigafactoría en suelo luso, siendo Sines el lugar elegido, donde ya ha solicitado la licencia ambiental para su construcción. Por parte de España, el único proyecto que gozó de apoyos en la primera convocatoria del Perte VEC fue el de Volkswagen, con su filial PowerCo, que se establecerá en Sagunt, Valencia.

Gigafactorías de baterías en la Península Ibérica.

Las opciones de uno y otro lado de la frontera pueden resultar atractivas para Stellantis. Empezando por la reciente localización de un recurso escaso –según el propio Tavares– y crítico para la fabricación de baterías como es el litio, presente tanto en el norte de Portugal como en la provincia de Extremadura. En ambas zonas hay ya trabajos para explotar estos depósitos e incluso para localizar más.

Construcción de una de las gigafactorías de Stellantis, a través de ACC, en Francia.

Los dos países son también grandes productores de energía renovable, algo que ya destacó el propio Tavares en su intervención como “un factor muy importante a la hora de elegir una fábrica”, y están en pleno desarrollo de los primeros parques en el mar. Eso sí, aquí la balanza debería decantarse hacia España: según los datos de Red Eléctrica, el año pasado se exportaron al país vecino 11.230 GW/h (gigavatios hora), mientras que se importaron 2.000 GW/h.

La gran diferencia está, casi con toda seguridad, en los costes. Como ya es notoriamente conocido, Portugal tiene una gran disponibilidad de suelo industrial que, en algunos casos, está casi regalado, con un precio que nada tiene que ver con los que hay, por ejemplo, en Galicia. A ello se suma, sobre todo, el precio de la mano de obra. El salario mínimo allí se sitúa en los 760 euros, casi 300 menos que en España. Por ejemplo, en Pontevedra el año pasado el salario medio fue de 1.733 euros; en el caso de los cinco municipios lusos con los que hace frontera, 862 euros. Ya lo dijo Tavares en Mangualde: Portugal tiene “costes laborales más competitivos”.

En cuanto a ayudas, no está claro qué puede ofrecer Portugal. España, por su parte, cuenta con la segunda convocatoria del Perte VEC, que contará con una línea para fábricas de baterías. Sin embargo, aquí hay dos problemas: por un lado, que llegue el dinero para todos, ya que está previsto que vuelva a postularse la propuesta de la china Envision con Acciona para Extremadura y se espera que lo hagan la india Tata Motors (para Zaragoza) y la eslovaca Inobat (Valladolid); por otro lado, los tiempos de Stellantis y el Gobierno, una vez más, volverían a no coincidir, toda vez que Tavares afirmó que tomarían una decisión a final de año y la convocatoria del Perte se espera mucho antes.

Sea como sea, y según pudo saber este medio, el anuncio del CEO del grupo en Mangualde cogió por sorpresa hasta a los directivos en España.

Costa pide a los empresarios lusos que hagan un “esfuerzo” para subir salarios

El primer ministro de Portugal, António Costa, pidió a los empresarios del país que hagan un “esfuerzo” para subir los salarios de los trabajadores porque aumentarlos “también hace crecer la economía”. “Es necesario que la economía crezca para que los salarios crezcan, pero el crecimiento de los salarios también hace crecer la economía”, afirmó Costa este fin de semana en un congreso en Lisboa de la Tendencia Sindical Socialista en el que participó como secretario general del Partido Socialista luso (PS).

“Así como el Estado no puede dejar de contabilizar los aumentos de funcionarios, las empresas tampoco pueden dejar de contabilizar, pero debe haber un esfuerzo común de todos para mejorar los ingresos”, añadió, según recogieron medios locales.

A su criterio, la crisis inflacionaria y la interrupción del aumento de los ingresos son “la mayor amenaza” para el crecimiento de la economía.

Ante las “quejas” de algunos empresarios por la falta de trabajadores, Costa, que gobierna con mayoría absoluta desde hace un año, abogó por que “reorganicen” los horarios laborales y apuesten por una “mayor conciliación entre la vida personal y familiar” y “horarios más compatibles”.

La conflictividad laboral se ha disparado en el último año en Portugal alimentada por la escalada de la inflación que, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística luso, se situó en marzo en el 7,4 %.

Sobre las protestas que se convocaron este sábado en diferentes ciudades del país por los altos precios de las viviendas, Costa alegó que, en “una democracia plural”, la “contradicción existe”.

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