El gigante de comercio electrónico Alibaba ha anunciado el martes que se dividirá en seis grupos empresariales individuales, en su mayor transformación en sus 24 años de historia. Daniel Zhang, presidente de la empresa, indicó que la reestructuración permitirá a cada negocio individual llevar a cabo sus propios planes de recaudación de fondos y cotización en bolsa. Los inversores han aplaudido el anuncio en la jornada de este martes en la Bolsa de Nueva York, haciendo saltar la acción sobre el 9%.

Alibaba, con sede en Hangzhou, precisó que el objetivo de la reestructuración era "crea valor para los accionistas y fomentar la competitividad del mercado". Cada una de las seis nuevas dependencias será administrada por su propio director general y su junta directiva, según agencias.

La única excepción será Taobao Tmall Commerce Group -operador de una de las principales plataformas de compra en línea de China-, que permanecerá totalmente propiedad del grupo Alibaba. La reestructuración no afectará a la cotización de Alibaba en Nueva York y Hong Kong, precisó el grupo.

"Esta transformación permitirá que todos nuestros negocios se vuelvan más ágiles, mejorarán la toma de decisiones y permitirán respuestas más rápidas a los cambios del mercado", ha explicado Daniel Zhang en una carta a los empleados, donde ha defendido que el mercado "es la mejor prueba de fuego".

Años difíciles

El gigante de internet atraviesa años difíciles, ya que Pekín impuso restricciones más estrictas a la industria tecnológica nacional. Los ingresos combinados en las empresas de internet de China se redujeron en poco más del 1% a 1,46 billones de yuanes (212.000 millones de dólares) en 2022, la primera contracción en casi una década, según datos del ministerio de Industria y Tecnología de la Información.

El anuncio de su reestructuración llega cuando el fundador de Alibaba, el multimillonario Jack Ma, hizo el lunes una rara aparición pública en China, después de varios meses en el extranjero. Jack Ma, que dejó la dirección de su grupo en 2019 para dedicarse totalmente a actividades filantrópicas, lleva dos años y medio de perfil bajo tras las críticas públicas al regulador chino. Desde su retiro de los medios en 2020, cada información sobre el multimillonario y sus movimientos ha sido muy comentada en las redes sociales chinas.

Pekín permitió durante años que el sector tecnológico creciese sin demasiadas regulaciones, pero en 2020 comenzó una campaña de escrutinio que se ha saldado en los últimos años con altas sanciones para varias empresas del ramo. Entre ellas figura Alibaba, que se llevó en 2021 una cuantiosa multa antimonopolio por valor de 18.200 millones de yuanes (2.646 millones de dólares, 2.458 millones de euros), la mayor de este tipo en la historia del país.