UBS ha iniciado las conversaciones para hacerse cargo de la totalidad o parte de Credit Suisse. De hecho, según han informado la agencia de noticias Reuters y Financial Times, las dos entidades bancarias más importantes del país se reunirán durante este fin de semana para buscar el acuerdo, después de que el Banco Central Suizo le inyectara 50.000 millones de francos para evitar una crisis mayor.

Ante esta situación, lo que quiere el banco central es encontrar una solución sencilla y rápida que dé aire al sistema bancario antes de que los mercados abran el próximo lunes. Así, los reguladores suizos han hecho saber a sus homólogos de EEUU y el Reino Unido que esta fusión es su primera opción para cortar la desconfianza generada hacia Credit Suisse.

Si esta compra se produjera, la suma de ambas instituciones daría lugar a una entidad con un volumen de negocio de 1,4 billones de euros. La capitalización bursátil de UBS es de 55.000 millones y la de Credit Suisse, en estos momentos, ya ha bajado hasta los 8.000 millones. La entidad bancaria nacida de la fusión tendría un tamaño similar al del Grupo Santander. Y ocuparía, de esta forma, la quinta o sexta posición en el ránking europeo. Pero algunos analistas advierten de que la autoridad de la competencia suiza puede ver con recelo esta fusión, "dada su posición dominante en el mercado", y constituir así un obstáculo para su consecución.

Intervención de Credit Suisse

Todo esto se produce después de la inyección del banco central que, sin embargo, no ha logrado detener una caída en picado del precio de sus acciones. Su valor se desplomó después de que su mayor inversor se negara a proporcionarle más capital y de que su presidente admitiera la fuga de clientes en el negocio de gestión de patrimonio.

Tampoco ha conseguido calmar las aguas el BCE que, tras la crisis del propio Credit Suisse y los estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB)Signature Bank y First Republic Bank, descartó una tormenta bancaria entre las entidades de la zona euro. Y en Estados Unidos los ánimos no mejoran. Allí el mercado teme que estas ayudas de liquidez no sean suficientes para salvar el sistema bancario, y no se descarta un rescate en toda regla de las entidades afectadas o una intervención privada.

"La intervención del Banco Central Suizo podría no ser suficiente", apunta la directora de estrategia de inversión de RBC Wealth Management, Frédérique Carrier. Sin embargo, "fue un paso necesario", continúa. Pero la incertidumbre alrededor del sector bancario mundial continúa, a pesar de los esfuerzos tanto del BCE como de la Reserva Federal, lo que ha incurrido en pérdidas durante toda la jornada del viernes.

Los escándalos del banco

Algunos analistas atribuyen parte de esta crisis a los escándalos vividos en el banco en los últimos años, que incluyen casos de sobornos y espionaje, y que están relacionados en gran parte con sus directivos. Todo ello derivó en que, en 2022 -año en que el presidente Antonio Horta-Osorio tuvo que dimitir- la entidad perdiera 7.300 millones de francos suizos ante la retirada masiva de dinero de sus clientes. "Es un banco que parece que nunca ha podido poner su casa en orden", sentencia Chris Beauchamp, analista en IG.

Ante este contexto, a finales de octubre, Credit Suisse presentó un enorme plan de reestructuración que contemplaba la supresión de 9.000 empleos hasta 2025, lo que supone un 17% de sus efectivos. La entidad, con una plantilla de 52.000 personas a finales de octubre, quería centrarse en actividades más estables y transformar radicalmente su banca de negocios, explica la agencia AFP.