Ha costado casi dos años pero lo que al principio era un imposible, ahora va a ser posible: que un servicio de alta velocidad de bajo coste como el tren Avlo de Renfe vaya a tener parada siempre parada en Zaragoza y Calatayud. Así lo ha confirmado la propia compañía con su intención de reposicionar su oferta de alta velocidad, tanto del AVE convencional como de low cost del Avlo, nacido hace casi dos años y con el que ahora compite con la operadora francesa Ouigo y la hispanoitaliana Iryo por la clientela en el corredor Madrid-Barcelona.
Este aumento de la oferta multiplicaría la actual parrilla de trayectos tanto en Delicias como en la estación bilbilitana, duplicando las dos circulaciones por sentido al día que tiene la primera y cuadruplicando la única frecuencia por sentido que ofrece la segunda. Ambas pasarían a tener, como mínimo, cuatro trenes diarios hacia Madrid y otros tantos hacia Barcelona, deteniéndose en todas las paradas intermedias como Guadalajara, Lérida y Camp de Tarragona. Y es que se desconoce si los planes de la operadora española pasan por aumentar el total de frecuencias.
La estrategia por parte de Renfe parece clara: apuesta por convertir el Avlo en un servicio "universal" al alcance de todos, sin cuotas reservadas para las dos grandes ciudades que dominan el eje noreste de la alta velocidad en España, Madrid y Barcelona. Para esto se reservaría, en base a lo que ha trascendido en los últimos días desde la compañía, el AVE convencional, que se reservaría esa capacidad de competir con Iryo y Ouigo en el tiempo de trayecto. Así, este pasaría a ser como una especie de servicio premium con el que, a más coste por el billete, se garantice la importante prestación de garantizar el menor tiempo posible en el recorrido. Y el Avlo se entendería como un servicio que llega a más ciudades, al tener parada en todas las estaciones intermedias, aunque sea a costa de emplear más minutos en el viaje. Y de paso, conquistar a una clientela como la de Zaragoza y Calatayud que está siempre necesitada de aumentar su oferta de alta velocidad.
Pocos detalles se han dado de este cambio sustancial en la estrategia de la compañía. Solo lo que ha explicado públicamente el actual presidente de Renfe, Raül Blanco, que acaba de dar el relevo a Isaías Táboas tras su cese fulminante a raíz del error cometido con los trenes encargados a CAF para trasladar a la línea de Asturias y Cantabria. Blanco dejaba entrever una revolución en la oferta actual de la compañía para competir con Iryo y Ouigo en el eje Madrid-Barcelona.
Con vistas a 2024
Nadie reconoce el daño real que ha supuesto la pérdida del monopolio en la línea del AVE pero parece obvio que la pelea por los bajos precios con Ouigo o el perfil de la oferta de Iryo, más orientada al cliente por motivos laborales, les ha llevado a mover ficha y a diseñar un reposicionamiento de circulaciones y de horarios que, en cualquier caso, se hará de forma paulatina y se pretende tener completamente implantado a partir de 2024.
No obstante, según ha confirmado la compañía, esta progresión depende ahora de un encargo que acumula muchos meses de demora: la entrega de las 30 nuevos trenes pedidos a la firma Talgo. El nuevo modelo S-106, más conocido como Avril, casualmente se encuentra estos días en Aragón. Sigue en fase de pruebas antes de recepcionar las unidades, y se podía ver estacionado a escasos metros de la estación zaragozana de Delicias.
Pues bien, la llegada de este nuevo material rodante a las líneas que Renfe quiera dedicarlos permitirá liberar otras unidades para reforzar o ampliar la oferta actual en otros corredores. Quizá incluso alguno de estos nuevos Avril acabe circulando a diario por tierras aragonesas. Pero de momento su llegada, verlo rodar en pruebas ya es una buena señal para todo lo que depende de su estreno en el servicio comercial. Para esta pretendida revolución en la alta velocidad de Renfe pero también para otra promesa incumplida con Aragón: el nuevo trayecto directo Teruel-Madrid con una sola parada intermedia en Zaragoza y sin transbordos.
Lo anunció el propio Isaías Táboas en su última visita a Teruel, el pasado mes de noviembre. Se trata de un movimiento del material rodante, los nuevos Avril llegarían a Galicia y los Talgo 730 que operan allí se trasladarían a Teruel para dar servicio a este nuevo tren directo con la capital de España que aún hoy, cinco meses después, no tiene fecha fijada para su estreno. Depende de la entrega de las nuevas unidades del fabricante, no depende de la voluntad de Renfe en estos momentos, se reafirman desde la compañía.
Tampoco la tiene esa anunciada reordenación de frecuencias y horarios del futuro Avlo, pero al menos ya está sobre la mesa ese objetivo de elevar a cuatro frecuencias diarias por sentido en Calatayud y Zaragoza. Mientras, sus competidores, Iryo y Ouigo también tienen margen para modificar su oferta. Es la ventaja de la liberalización del mercado ferroviario.
