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Pesca

España y Portugal piden a la UE un cupo de sardina de más de 50.000 toneladas

Ambos países reclaman ya a la Comisión para aumentar un 10% la cuota de 2023 | El cerco luso negocia que un tercio de las capturas sean para las conserveras del país

La tripulación del cerquero vigués “Mi Nombre Cinco”, durante la ruta hacia el Cantábrico.

Las tripulaciones de los pocos cerqueros que están saliendo a faenar en las rías de Vigo y Pontevedra todavía no se creen lo que llevan días viendo en el mar. “Nunca en toda mi vida vi esto, que haya esta cantidad de xouba en febrero... ¡y de tamaño legal!”, decía la semana pasada uno de los armadores. La sardina coloniza las rías de tal forma que no hay otra especie, en especial el jurel, que habitualmente sirve de refugio para aquellos que no se pueden desplazar al norte para participar en las campañas de la xarda (caballa) o la anchoa. Y es que pese a atravesar momentos de dificultades antes de la pandemia, la sardina ya se ha recuperado. Tanto, que los gobiernos de España y Portugal apuestan por volver a elevar el límite de capturas para este año, superando las 50.000 toneladas para ambos países.

La ministra de Agricultura e da Alimentação del país vecino, Maria do Céu Antunes, adelantó la petición conjunta en una visita a la fábrica de conservas A Poveira, en la localizada de Póvoa de Varzim. Ante los medios, se mostró “confiada” de lograr convencer a la Comisión Europea, que supervisa las decisiones de ambos gobiernos para la recuperación de la especie, que tocó fondo en 2017. Según indicó, la decisión final comunitaria se conocerá en abril, aunque adelantó que se espera que la noticia sea positiva.

“La cuota que pedimos que se fije para Portugal y España es de más de 50.000 toneladas, lo que significa que para nuestro país será de más de 30.000 toneladas. Esto tendrá un valor añadido para el sector pesquero y transformador”, indicó.

Barcos de cerco vigueses en O Berbés la semana pasada. A.A.

De concretarse el avance será de al menos un 10% respecto a las 45.000 toneladas establecidas en 2022. Y, como bien señaló la ministra, la flota lusa será la más beneficiada por el lesivo reparto que deja solo un 33,5% de la cuota compartida para España, que a mayores se divide entre los caladeros del Golfo de Cádiz y de aguas del Cantábrico Noroeste.

El año pasado, el inicio de la campaña se adelantó un mes en aguas españolas a petición del sector, que dispuso de un total de 14.827 toneladas para la flota cerquera, de los que 8.668 fueron para los buques censados en el Cantábrico Noroeste. A mayores, se reservaron 381.074 kilos para los pescadores artesanales del xeito, que son precisamente los que en estos momentos están aprovechando la gran abundancia de xouba en las Rías Baixas. En lo que va de año se vendieron en las lonjas gallegas 6.586 kilos de sardina, con un precio medio de 3,63 euros el kilo.

Acuerdos

“Durante algún tiempo pescamos menos sardinas, porque nuestros stocks biológicos estaban en una situación de muy baja densidad. Hicimos la reposición y hoy la cantidad es suficiente, no sólo para tener mayores capturas, sino también para tener la perspectiva de seguir haciéndolo durante más tiempo “, apuntó Maria do Céu Antunes, según recoge la agencia Lusa.

En la visita a la conservera, la ministra también avanzó que la flota del otro lado de la raia está trabajando para llegar a un acuerdo con la industria conservera del país, algo que sigue “con gran interés”. Con ello, se pretende obligar a las empresas a que un tercio de las capturas se destine a esta industria transformadora. “Esperamos que se establezca rápidamente”, añadió Maria do Céu Antunes.

De igual forma, concretó que este agosto se culminará el proceso para certificar la sardina nacional, algo que también persiguen los buques de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).

La flota pontevedresa, de ruta al Cantábrico

Sin jurel y con una sardina que todavía no se puede capturar, las aguas gallegas son casi un campo de minas para la flota cerquera, formada por 146 unidades. Los barcos salen, pero apenas pueden hacerse con algunas capturas. Por eso, el inicio de las costeras de la xarda (caballa) y de la anchoa supone un balón de oxígeno para aquellos barcos que, por tamaño, pueden desplazarse.

Los pocos de la flota de la provincia de Pontevedra que deciden desplazarse al Cantábrico se encuentran ya en el caladero (en su mayoría), de ruta o prevén salir esta semana.

Ambas campañas se perfilan como las más importantes en los últimos años para esta flota por la grave escasez de jurel, que ante la abundancia de la sardina no se acerca a la costa gallega y que, además, tiene una cuota testimonial (para pesca accesoria) en la zona VIIIc, de Fisterra a País Vasco.

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