El Santander ha anunciado este martes que eleva el porcentaje del beneficio que repartirá a sus accionistas del 40% de los últimos años al 50% entre 2023 y 2025. Se trata de un movimiento esperado por el mercado y ya insinuado por su presidenta, Ana Botín, hace unas semanas, con el que el grupo trata de alinearse con la estrategia más habitual del resto del sector y revertir su peor comportamiento relativo en bolsa. La remuneración a los propietarios se repartirá en partes más o menos iguales entre el pago de dividendos en efectivo y la recompra de acciones (que al reducir los títulos en circulación eleva el valor de los mismos).

Además, la entidad ha anunciado un nuevo dividendo de 0,595 euros por acción con cargo a los resultados de 2022 (con el ya pagado el año pasado, serán 1,178 euros en total, un 18% más) y un nuevo plan de recompra de acciones por valor de 921 millones de euros. La remuneración total al accionista será, así, de 3.842 millones (en torno al 40% del beneficio ordinario de 2022), repartidos entre dividendos en efectivo (1.942 millones) y recompra de acciones (1.900 millones), lo que supone una rentabilidad equivalente por encima del 8%. 

El banco ha realizado estos anuncios durante la celebración de su día del inversor en Londres, en el que ha actualizado sus principales objetivos financieros tras alcanzar de forma generalizada los que se fijó en 2019 para el trienio que acabó el año pasado. Así, el grupo espera ahora elevar su rentabilidad sobre el capital tangible del 13-15% anterior (en 2022 obtuvo un 13,37%) al 15-17% y mejorar su ratio de eficiencia (relación de ingresos y gastos, mejor cuanto más baja) del 45,8% con que cerró el año pasado al 42% en 2025. 

También se ha fijado el propósito de mantener su capital por encima del 12% y alcanzar un crecimiento "de doble dígito" de media anual en la suma del valor contable tangible por acción más el dividendo por acción. En el campo comercial, el banco prevé ganar 40 millones de clientes en tres años, hasta alcanzar los 200 millones, mientras que los activos (aquellos con mayor actividad con el banco) subirán en 26 millones, hasta los 125 millones. Ello, ha explicado, contribuirá a aumentar sus ingresos en torno al 7-8% (8-9% incluyendo las comisiones) al año, sin tener en cuenta el tipo de cambio, por encima del alza que espera de los gastos (4-5%). 

El Santander también estima un coste del riesgo (nuevas provisiones para afrontar pérdidas sobre el total del crédito) del 1-1,1% en 2025, ligeramente por encima del nivel de 2022 (0,99%), lo que da muestra de que prevé un cierto deterioro de la calidad del balance tras años de reducción de la morosidad. También ha estimado que la proporción de sus activos que obtendrán una rentabilidad por encima del coste del capital (el nivel que le exigen los inversores) mejorará del 80% al 85%.

"Hemos cumplido los objetivos del Investor Day de 2019, creciendo millones de clientes y mejorando la rentabilidad, al tiempo que seguimos fortaleciendo el balance. Estos resultados reflejan la ventaja competitiva que suponen una combinación única de escala global y local en todos los mercados en los que operamos, el valor de la diversificación y el foco en el cliente. Hoy anunciamos planes para alcanzar el crecimiento rentable construyendo un banco digital con sucursales con el impulso y apoyo de la red global de Santander", ha afirmado Botín, en una nota.