Los costes de construcción moderan su escalada de precios sin visos a grandes caídas. El precio de las obras se disparó un 12,7% durante 2022, según el Índice de Costes Directos de Construcción elaborado por la constructora ACR. Esto supone una reducción de los aumentos, después de cerrar 2021, con un crecimiento del 19%. "Se mantiene la tendencia alcista que se inició en 2015, desde que se registra esta serie, llegando a encadenar 13 trimestres consecutivos de subidas", señalan los autores del informe.

En 2023 podría llegar la tan deseada estabilidad de costes, o que, al menos, el comportamiento del indicador podría ser más predecible. Aunque no se esperan bajadas drásticas de los costes de construcción, sí que podrían registrarse ligeros descensos en algunas partidas concretas”, explica el estudio de la constructora, que tiene en cuenta los materiales, la elaboración de estos y la mano de obra; que entre todos suponen el 80% del importe total de la construcción.

La desaparición de la volatilidad en el precio de los materiales permitirá poder anticipar con cierta fiabilidad el comportamiento de los costes de construcción, opinan los expertos de ACR. Esto sería muy positivo porque "permitirá anticipar el comportamiento del mercado y, con él, analizar de forma más fiable la viabilidad de los proyectos inmobiliarios".

¿Qué es lo que más sube?

Según ACR, el aluminio, el cobre o la madera dejaron de subir tras la el cambio de política monetaria de los bancos centrales: "Algunas de estas disfunciones comenzaron a solventarse a mitad de año […], corrigiendo parte del incremento asociado a la Guerra de Ucrania. Sin embargo, otros no frenaron su escalada de precios hasta final de año: "Otras disfunciones persistieron unos meses más, retrasando la corrección de los precios. Es el caso de las partidas que cuentan con una alta dependencia del coste del petróleo y la energía para la fabricación, como los plásticos, aislamientos, ladrillos y materiales cerámicos".

La mano de obra, otro de los factores determinantes en la composición de los costes directos, se mantiene estable. "En el último año, ha mostrado cierta estabilidad. Este comportamiento contrasta con la tendencia que venía demostrando desde antes de la pandemia, cuando era el principal factor responsable de las subidas de costes directos de construcción. No es descartable que vuelva a recuperar dicho protagonismo, ya que la escasez de talento cualificado es un problema estructural del sector, apuntan desde la constructora autora del estudio", predicen.

Concretamente, la impermeabilización y las cubiertas son la partida que más aumentos de precios registra en 2022, con un incremento del 24,8%. Por detrás, le siguen las fachadas (20,8%), los alicatados y solados (17%), las divisiones interiores (16,1%) y las cimentaciones (15,4%). Por contra, bajan de precio la vidriería, con una caída del 2,1%, y la carpintería exterior, con una bajada del 0,2%. También la pintura se mantiene prácticamente sin cambios, con una ligera subida de medio punto.

La palanca de la industrialización

El informe de ACR pone sobre la mesa los graves problemas a los que se enfrenta el sector de la construcción en los próximos años: sector envejecido, masculinizado y poco atractivo para las nuevas generaciones. Para la constructora, la industrialización solventa algunas de estas dificultades: "Además de atender el plano de la sostenibilidad, aporta otras ventajas sustanciales a la hora de minimizar el impacto medioambiental que produce nuestra actividad. En concreto, permite disminuir el consumo de materiales, al tiempo que facilita la reducción y gestión de los residuos generados".

Entre las bondades de la industrialización, destaca un mayor control de costes y plazos en los proyectos, reducción de imprevistos y mejora en los estándares de calidad.