Ford ha puesto hoy números a la primera serie de despidos que llevará a cabo Europa, despidos que se darán en el desarrollo de productos y administración. En cifras, serán finalmente 3.800 los puestos afectados, ligeramente por encima de las previsiones iniciales. El grueso de las bajas laborales corresponde a Alemania, donde en junio del año pasado la planta de Saarlouis perdió frente a la valenciana de Almussafes en la adjudicación del último modelo de coche eléctrico, y en el Reino Unido.

En el primer país, los despidos alcanzarán a 2.300 personas, de los cuales 1.700 estaban en desarrollo de producto. En el Reino Unido, las salidas se sitúan en 1.300, mil de las cuales están también en desarrollo. En el resto del continente, las marchas serán de 200, cien de ellas en funciones administrativas. La multinacional no especifica qué países se verán afectados en este último caso, aunque sí ha especificado que en ninguno de los casos las bajas afectan a los trabajadores de producción de vehículos. O lo que es lo mismo, Almussafes por el momento no sufrirá las consecuencias del mismo.

La compañía asegura que ahora va a iniciar un diálogo con los sindicatos en Europa "con la intención de conseguir las reducciones mediante un programa de salidas voluntario".