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Escándalo

Transportes sentencia: Renfe, culpable

El Ministerio admite que la responsabilidad por el "Fevemocho" es compartida, pero apunta a la operadora pública como "principal causante" del fiasco

Por la izquierda, el consejero de Medio Rural del Principado, Alejandro Calvo; el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, y el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, el miércoles, en Santander. Ramón Díaz

Renfe es la "principal responsable" del escándalo del "Fevemocho", que provocó la paralización durante dos años del proceso de fabricación de 31 trenes al resultar incompatibles las medidas de los convoyes y los túneles de las redes de ancho métrico a las que iban destinadas, entre ellas la de Asturias. Así lo han reconocido fuentes ministeriales, que han matizado que también tienen una parte de responsabilidad Adif, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y el propio Ministerio. En todo caso, aunque la ministra Raquel Sánchez ha creado un grupo de trabajo para analizar todos los pormenores del fiasco y seguir el proceso de fabricación de los convoyes, el reparto de responsabilidades ya está claro. Renfe es "la culpable número uno", la "principal causante" de los errores.

Esa "adjudicación" de culpabilidades, en realidad, estuvo clara desde el primer momento. Así, tras percatarse la empresa a la que se adjudicó la fabricación de los 31 trenes, la guipuzcoana CAF, de los errores en las medidas de los túneles, en marzo de 2021, avisó a Renfe. El problema fue ampliamente abordado en el transcurso de una reunión celebrada en septiembre de 2021, en la que, además de la operadora pública y CAF, participaron los demás implicados: Adif, la AESF y representantes de Transporte. Ya en ese momento Renfe quedó señalada.

Porque si bien los representantes del administrador ferroviario se llevaron una reprimenda, al haber incluido en sus documentos oficiales las medidas "ideales" de los túneles, y no las "reales", se designó como máximo responsable a Renfe, al considerar que es su obligación comprobar que las medidas de los trenes que encarga son compatibles con las rutas que se pretenden operar. Las fuentes consultadas reconocen que la "tensión" existente en algunos ámbitos de la gestión entre Renfe y Adif pudieron tener "algo que ver" con los errores. "Parece evidente que hubo una falta de comunicación", apuntaron. No obstante, estas fuentes resaltaron que el "mayor error" fue quizá "no haber consultado con quienes de verdad saben", en referencia a los antiguos responsables de ancho métrico (Feve). "Son los que conocen al dedillo las líneas y sus particularidades, así que seguro que habrían advertido los errores desde el primer momento". El "problema", añadieron, es que las decisiones se toman "desde despachos en Madrid" por personas "que no pisan las vías" y a las que "Cantabria, Asturias y Feve les quedan muy, muy lejos".

Sobre si los trenes que se iban a construir (el error se detectó en la fase de diseño, según el Ministerio) serían demasiado grandes o demasiado pequeños (Transportes ha aportado las dos versiones en el plazo de unos pocos días), las fuentes ministeriales consultadas admitieron que no conocen los pormenores del encargo, pero aventuraron que lo ocurrido pudo ser que las dimensiones de los trenes que encargó Renfe hubieran incumplido las distancias mínimas a las paredes y los techos de algunos túneles, y que para respetarlas los tendrían que haber hecho "muy pequeños".

"Malos gestores"

El malestar entre la plantilla de Renfe –también en la de Adif– es patente. Los trabajadores lamentan el "daño irreparable" que se está haciendo a la imagen de la empresa y, por extensión, "a los trabajadores". Su conclusión es que ha quedado "demostrado una vez más" que la operadora pública tiene "buenos trabajadores y malos gestores".

Pero la crítica principal a Renfe no es ese error, sino "no haber hecho nada por subsanarlo en dos años". De ahí, explican las fuentes consultadas, que la operadora haya sido relegada en la renegociación del contrato con CAF, y que a partir de ahora sea el propio Ministerio el que lidere directamente el proceso, tal y como reveló el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, el miércoles en Santander, donde se reunió con dirigentes de Renfe, Adif, la AESF y los gobiernos de Cantabria y Asturias.

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