Solo un día después de que la Xunta exigiera al Gobierno central una convocatoria sectorial para repartir ayudas al cerco del Cantábrico ante la limitación de la cuota de jurel para este año –y tras la petición formulada a finales del pasado 2022 por el sector, que viene reclamando repartir la exigua cuota de jurel de la zona VIIIc (entre Fisterra y Euskadi) en función de la dependencia de cada barco, además de establecer un paro biológico voluntario de tres meses con la idea de poder resarcir a toda esta flota–, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha respondido. Desde la cartera que dirige Luis Planas, comunicaron ayer que esta semana la nueva secretaria general de Pesca, María Isabel Artime, que precisamente este miércoles tomó posesión en su recién estrenado cargo, va a firmar la resolución directamente vinculada a las ayudas al sector del jurel. “Vamos a establecer dos meses de parada de aquí a septiembre, que serán lógicamente compensados”, dijo el propio ministro al respecto, resaltando que la flota del cerco y algunos barcos de artes menores podrán parar “voluntariamente” un tercer mes “que también sería compensado”.
A falta de que se conozcan los detalles de esta resolución, entre ellos a cuánto ascenderán las ayudas y en qué plazos serán inyectadas, desde el cerco gallego –que captura especies pelágicas, siendo las principales el jurel, la sardina, la anchoa y la caballa– se muestran optimistas. “La flota por supuesto que acoge bien que la Administración conceda ayudas a la parada y estamos deseando saber exactamente cómo van a ser”, manifestó en este sentido Manuel Suárez, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).
Desde la mencionada entidad, que reúne a 121 buques de cerco gallegos, representando más del 70% de toda la flota de cerco de la comunidad autónoma, evidencian no obstante que la situación actual es cuanto menos “compleja”, pues el jurel se posiciona como la especie de la que más depende la zona VIIIc. “El año pasado cogimos más de 6.500 toneladas y ahora tenemos para pesca accesoria en torno a unas 300, con lo que toda la ayuda es buena pero tiene que llegar a tiempo”, destacan.
Hace menos de dos meses, buena parte del sector se reunía para analizar el resultado de las negociaciones de los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para 2023, que dejó solo 3.200 toneladas de jurel para España condicionadas a la pesca accesoria. Un encuentro en el que también participaron la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y el director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Antonio Basanta, y en el que se apostó por pedir al Instituto Español de Oceanografía (IEO) un estudio para actualizar la situación del recurso.
En relación al paro biológico, medida dirigida a establecer un período de veda para regenerar una especie, en este caso el jurel, se pronunciaron este miércoles desde la Xunta, solicitando al Ejecutivo de Pedro Sánchez –en concreto desde el Parlamento Gallego– “una solución global y uniforme para todo el sector del cerco del Cantábrico” afectado por la limitación del jurel, cuya escasez llevó a la Comisión Europea (CE) a plantearse prohibir su pesca: una restricción que finalmente se terminó desechando.
Investigación en Vigo
Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación anunció ayer que el buque oceanográfico Vizconde de Eza comenzó este jueves desde el puerto de Vigo una campaña de investigación para evaluar el ecosistema pelágico de la costa portuguesa y el golfo de Cádiz, y hacer una estimación de los recursos pesqueros, en especial de la sardina y la anchoa. Esta campaña, que finalizará el 28 de febrero y se realiza bajo la dirección científica del Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA), estará centrada en analizar los recursos pesqueros y caracterizar las diferentes comunidades planctónicas.
